Yaneth Estrada
@caricheop
Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Respuesta al VIH con el cual se pretende concienciar a la población sobre la importancia de prevenir la transmisión, así como incentivar a solicitar su prueba de VIH en Centros Hospitalarios o Unidades de Salud. A esto se suma la prevención por la pandemia de COVID-19 y el llamado de instituciones regionales a los Gobiernos para buscar soluciones.
En este sentido, ONUSIDA instó a las personas a actuar con amabilidad, no con estigma y discriminación a las personas afectadas por COVID-19 son parte de la solución y deben ser apoyadas. “Al igual que en la respuesta al SIDA, los gobiernos deben trabajar con las comunidades para encontrar soluciones locales. Las poblaciones no deben ser las más afectadas por el aumento del estigma y la discriminación como resultado de la pandemia de COVID-19”.
Sin embargo, ONUSIDA reconoce que, en muchos países, debido a la debilidad de los sistemas de atención en salud, los asentamientos informales, el hacinamiento en las ciudades y el transporte público, y la falta de agua potable y saneamiento, los enfoques actuales de autoprotección, distanciamiento social y contención pueden no ser viables.
VIH en El Salvador
Desde el 2008 a 2018 hay un registro de 16,449 personas que viven con VIH en El Salvador, mientras que los datos de personas que el MINSAL atiende y da seguimiento con terapia antirretroviral es de 9,100 personas, hasta el año 2017, según la Sala Situacional de VIH/SIDA, documento en internet del MINSAL.
Según el Plan Estratégico Nacional Multisectorial VIH e ITS presentando en 2016 (2016-2020) señala que la realidad social que enmarca la respuesta al VIH y que favorece su transmisibilidad presenta igualmente serios retos en el combate al estigma y discriminación, pues persisten prácticas y políticas, algunas veces tácitas, que bloquean respuestas efectivas al VIH y obstaculizan el ejercicio de los derechos de las personas con VIH o en riesgo.
“Hay retos persistentes en los sistemas de salud, en el lugar de trabajo o en ambientes educativos; y de igual manera en la comunidad y en el hogar. Otro desencadenante de riesgo y vulnerabilidad al VIH es la violencia basada en género. Es importante destacar que la violencia basada en género afecta a muchas poblaciones, además de las mujeres. Algunos hombres y las poblaciones más expuestas al riesgo de contraer el VIH (HSH, MT y TS), rutinariamente enfrentan violencia como resultado de sus manifestaciones de género y sexualidad. La exclusión económica, social y cultural que recae sobre las MT, les conduce la mayoría de las veces a una única y clara posibilidad de supervivencia: el comercio sexual. La vulnerabilidad generada por la discriminación, el estigma y la violencia”, afirma el documento.
Se debe destacar que, desde octubre de 2001, El Salvador posee un marco legal relacionado con el VIH a través de la Ley de Prevención y Control de la Infección Provocada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana. A su vez, el país cuenta con importantes instrumentos legales, entre los que destacan: Reglamento de la Ley de Prevención y Control de la Infección Provocada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana, Código de Trabajo, Artículo 29, numeral 10; Artículo 30 numerales 14 y 15, Ley de Prevención de Riesgos en el Lugar de Trabajo, Artículo 8 número 7, Acuerdo Ministerial 2028 Art. 2, Decreto Ejecutivo 569. Art 1. Prohíbase en la actividad de la Administración Pública toda forma de discriminación por razón de identidad de género y/o de orientación sexual, Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.
Asimismo, datos de encuestas recientes indican que la población con mayor riesgo de infección son los adolescentes y jóvenes, debido a la falta de conocimiento sobre las formas de infección de VIH son bajos. Las cifras revelaron que solo el 23 % de mujeres jóvenes y un 29 % de hombres entre las edades de 15 a 24 años tiene un conocimiento completo y correcto del VIH.
De acuerdo con los datos del programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), el comportamiento de la epidemia de VIH en El Salvador está concentrada en un 5 % en poblaciones claves como trabajadoras sexuales y hombres que tienen sexo con hombre. La carga de la infección en la población en general y de embarazadas es de 1 %.
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