(Una luciérnaga contra el oscurantismo)
(A LA MEMORIA DE LOS DIRIGENTES SINDICALES, Compañeros, Saúl Santiago Contreras, Oscar Gilberto Martínez Carranza y miles más de mártires de la lucha del pueblo salvadoreño, al cumplirse 49 años de haber sido asesinados por los militares el 1 de marzo de 1968, mientras apoyaban solidariamente la Primera Huelga de Maestros de ANDES 21 de Junio que duró 58 días.)
COMO LES ESTABA RELATANDO, LOS CUERPOS REPRESIVOS perseguían aquel primero de marzo de 1968, a los famosos “canillitas”, pero éstos tenían suficiente energía para correr como diablos, meterse por los callejones de los barrios populares de San Salvador, y despistar en los primeros metros a los represores. Los “canillitas fueron aquel día, todo pulmones al aire” gritando la denuncia del asesinato del Compañero Saúl y la represión política contra el pueblo. Su voz de trueno penetró en los barrios de la Capital a puro grito y drama. Campionisimo fue durante muchos años Opinión Estudiantil, “periódico con huevos y cerebro”, como decían los estudiantes de aquellos tiempos que lo editaban, y el pueblo, lo repetía por si dudaban de su ser “machista”!. Es de justicia reconocer que los estudiantes universitarios de aquella etapa que formaban la plana clandestina de Opinión Estudiantil tenían lo suyo en “materia de valentía” como reconocía la gente.
EN EL TIEMPO DE SAÚL: En los años 1956/1959, se hablaba de la Huelga de obreros de La Estrella. Fue la primera huelga que se realizaba en el país después de la masacre contra el pueblo que en 1932, efectuaron los militares y la oligarquía en El Salvador, cuando asesinaron a Farabundo Martí. La Huelga de La Estrella, fue famosa entre otros factores porque se realizaba 26 años después de la matanza que dejaron los militares en la población salvadoreña, y todos, sin excepción, fueron acusados de “comunistas”. La huelga de la fábrica textil, La Estrella, fue impulsada por cientos de obreros y obreras, y fue dirigida por Saúl Santiago Contreras. Fue apoyada por el Partido Comunista, todavía en la fase final de reorganización.
– Es importante que usted conozca esto: Que toda una generación de salvadoreños y salvadoreñas no escuchó las palabras HUELGA, SINDICATOS, OBREROS, REVOLUCIONARIOS, y menos COMUNISTAS. Ya que el terrorismo que sembraron los militares en 1932, las desterró del léxico de la gente.
– Desde los tiempos crueles en que la dictadura militar cegó todo vestigio de protesta, la palabra huelga como ya dije no se escuchaba aquí. Por ello la gente comentaba la huelga de La Estrella como un suceso extraordinario, y en efecto lo era. Con mantas y banderas marchaban los obreros, ya para entonces exigían de manera masiva ¡AUMENTO DE SALARIOS!, ¡LIBERTAD SINDICAL!, exhortaban al pueblo a que luchara. Los obreros y estudiantes solidarios se plantaron en medio de los portones, otros se unieron luego. Y Saúl fue señalado igual que Lazarito, Fidelina, Juan, Pedro… el régimen militarista veía “PELIGRO COMUNISTA” y les marcó el destino. La huelga de La Estrella sumó 47 días, y en la fábrica y en el Ministerio de Trabajo dijeron no a la negociación. Era la Guerra Fría que acusaba a todos de “Agentes subversivos”, “Consignas internacionales”, “ideología exótica”…
– Los jóvenes poetas de la Generación Comprometida, necesaria y transcendental, lanzaron su corazón a la fatiga por el jardín de todos. No quedó casa o muro sin tocar con sus dedos en la ciudad helada realizando las pintas. Y seguía Saúl junto a sus compañeros llevando por las calles jirones de la historia. En medio de la noche palparon la soledad de las paredes, mientras los ciudadanos de las casas dormían, pintaron su palabra ¡LIBERTAD!. El Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM, tenaz, glorioso, pintaba “MUERA LA DICTADURA”, “VIVA EL ESTUDIANTADO”. En medio de la lucha brotaba la poesía como en tiempos mejores. Sin oír nuestra voz empujamos a un lugar a este país, nunca supimos hacia donde lo llevaron nuestras manos. Las glamorosas pintas gritaban ¡VIVA EL FUAR!, Frente Unido de Acción Revolucionaria. Así era nuestro pueblo. ¡ALTO A LA REPRESlÓN! Vibraba como la sangre que hacía temblar a muchos. Y apareció el teniente, el capitán, el mayor, el coronel, el general y la misión militar yanqui encaramada en ellos. ¡OCUPACIÓN NACIONAL! ¡ALIANZA-PRO-ESSO! del progreso. A estas alturas la correlación de fuerzas había cambiado el mundo ¡Qué duda iba a haber ya! ¡YANQUIS GO HOME! En medio de la mar sostenida por la frente de Fidel, la estrellita cubana brillaba con luz en español y Lumumba negrito, y su alma compitiendo con el sol. ¡Sesenta estados nuevos! ¡MUERTE AL COLONIALISMO!. Y seguía Saúl junto a sus camaradas haciendo con cariño cuanto hicieron! La guerra era caliente y en Viet Nam los pequeños vietnamitas con su Tiíto Ho, hacían mundo. Derribaban los aviones gringos, defendían a sus hijos y a sus verdes arrozales, hacían cultura. De nuevo hay que empezar! demócracy krá-krá. Esa noche Saúl vestía suéter gris con manchas de ceniza. Andaba de campaña ayudando a los maestros en huelga que pedían una palmada solidaria para llevar su lucha. Al mirarlo optimista con su recta sonrisa nadie habría pensado que encima de esa línea cortarían los filos de una bala.
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