Josué Parada [dropcap]U
@jospadfoto
Representantes de la Comunidad Indígena de Izalco participaron recientemente en el Diálogo Multicultural Universal, and realizado en Guadalajara, México.
El evento, es un espacio donde convergen miembros de diferentes religiones, académicos, científicos y pueblos originarios, para compartir ideas y vivencias en búsqueda de soluciones a los temas sociales para lograr la paz, la armonía y el respeto en todo el mundo.
Esta fue la primera vez que representantes de pueblos originarios de El Salvador participan en una actividad de esta índole.
La comitiva estuvo conformada por miembros y autoridades de la Comunidad Indígena de Izalco.
Para el Alcalde del Común, Rafael Latin, líder de la comunidad, la participación en este evento sirvió para reencontrarse con la identidad del pueblo indígena de Izalco, así como el hermanamiento logrado con pueblos indígenas de países como Guatemala y México.
“Con el evento ha existido un despertar espiritual, se ha visto como la base de los pueblos originario está en su espiritualidad”, manifiesta, considerando que este aspecto es uno de los objetivos cumplidos.
El diálogo multicultural se trabajó en nueve mesas conformadas por representantes de todas las culturas participantes. El tema central fue la unificación de los pueblos en la búsqueda de la paz. Asimismo se dieron a conocer las problemáticas que aquejan a los pueblos originarios de todas las regiones del planeta.
Además de las creencias y la religiosidad, a los pueblos originarios también los unen los mismos problemas: el daño ambiental, la falta de tierra, la marginación y la falta de políticas que reivindiquen sus derechos por parte de los estados, son algunas carencias que se evidenciaron durante el diálogo.
“El problema que hemos tenido de la marginación, y que después del 32 ha sido más drástica, nuestra cultura casi se pierde. A raíz de eso la espiritualidad de nosotros había caído mucho pero, con el encuentro de los diferentes pueblos nosotros como Nahuat-Pipil hemos logrado descubrir el sistema de las ceremonias netamente Nahuat-Pipil. Hemos despertado a nuestra identidad”, expresó Latin.
Ahora el reto para la comunidad es compartir el conocimiento adquirido en el encuentro con todos los miembros, haciendo énfasis en los más jóvenes, que son los que en el futuro llevarán en sus manos el rumbo de este pueblo originario.
El hermanamiento con los pueblos originarios de México, incluso, puede abrir las puertas para que indígenas izalqueños puedan ir a estudiar a dicho país.
“Hay que hacer conciencia de la necesidad que hay para que la Alcaldía del Común pueda tomar el rumbo que en realidad los abuelos nos dejaron. Aquí nos han dividido, pero eso no quiere decir que nos han derrotado, lo que nos queda es luchar con más fuerza, con más decisión, hacer mejor las cosas”.
Caminata espiritual
La delegación salvadoreña que participó en el Diálogo Multicultural Universal partió en caminata desde Izalco hasta Guadalajara. Con el equinoccio como punto de partida, el 21 de marzo inició el viaje la comitiva, salieron desde Izalco, pasando por Nahuizalco, Salcoatitán, y Chalchuapa, donde se unieron más caminantes.
Recorrieron territorios de pueblos originarios de Guatemala, donde evidenciaron el trabajo en comunidad que ahí se realiza.
En México, les recibieron autoridades de Chiapas, pasaron por Oaxaca y Jalisco. Conocieron lugares sagrados donde les hicieron limpias y conocieron más de la espiritualidad que ahí se practica.
Fueron parte de ceremonias ancestrales donde los fuegos de los pueblos indígenas participantes se unieron en uno solo, lo que fomentó aun más el hermanamiento de un solo pueblo en paz.
“La espiritualidad de los pueblos indígenas es la más fuerte que existe en todo el mundo, el contacto que tienen con la madre naturaleza nadie lo tiene.
Con este esfuerzo le estamos pidiendo a los abuelos que tengan consideración con nosotros para poder recuperar la identidad indígena”, expresó Margarita Guillén, secretaria de la Alcaldía del Común.
Cuando llegaron a Guadalajara, al diálogo multicultural, fueron recibidos con expectativa, ya que era la primera vez que un pueblo originario de El Salvador participaba.
“Fue un gran impacto para la gente, ver a los pueblos indígenas entrar al diálogo multicultural, nunca habían participado los pueblos indígenas en el diálogo”.
Ahora, el reto es formar a las nuevas generaciones en la identidad espiritual de la comunidad indígena de Izalco, para mantener vivas las tradiciones y formas de vida ancestrales.
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