@arpassv
“Dime a quién invitas a tus encuentros empresariales y te diré con qué ideas, online prácticas y proyectos simpatizas”. Esta sería una certera adaptación del dicho popular “dime con quién andas y te diré quien eres”, para caracterizar al ENADE 2016 y al invitado estelar de la ANEP: el ex presidente español José María Aznar.
Aznar presidió entre 1996 y 2004 un gobierno esencialmente corrupto: él y 22 de sus 38 ministros resultaron involucrados en corrupción, entre éstos el actual presidente Mariano Rajoy.
Además de los delitos cometidos en España, el impresentable ex mandatario también cometió crímenes de guerra en Irak y Afganistán, junto con sus homólogos George Bush y Tony Blair, de Estados Unidos y Gran Bretaña, respectivamente.
El ponente estrella del ENADE también intentó engañar al pueblo español manipulando la información sobre los atentados terroristas de 2004 en Madrid, vinculando al grupo vasco ETA; pero después se confirmó que los atentados fueron perpetrados por Al Qaeda, y el partido de Aznar perdió las elecciones en una semana.
Al salir del gobierno, Aznar se quedó recorriendo América Latina, azuzando a las extremas derechas del Continente para que desestabilicen a gobiernos democráticos.
Y su presencia en el ENDE significa que la ANEP simpatiza con ex funcionarios corruptos, mentirosos y criminales de guerra; y comulga con las estrategias desestabilizadoras que éstos promueven y los proyectos pro oligárquicos que defienden.
Aznar disertará en el foro “El Salvador libre de corrupción”. El nombre supone que se hablará en contra de la corrupción, pero -con un ex presidente corrupto como ponente y una gremial afín a la corrupción como anfitriona- será una verdadera apología de la corrupción.
Por eso, el ENADE 2016 y su expositor estrella se ha ganado el repudio popular y hasta de sectores empresariales y políticos de derecha cercanos a la propia ANEP.
Ojalá que la presión social y de los mismos empresarios obligue a la gremial a corregir el rumbo. La ANEP debería ser una instancia representativa de todos los empresarios grandes y pequeños, impulsora de inversiones que beneficien al país y promotora de la responsabilidad tributaria, laboral y ambiental de las empresas.
La ANEP ya no debería ser dirigida por una camarilla de calenturientos activistas del partido ARENA, como Jorge Daboub, Luis Cardenal y Javier Simán; sino por empresarios serios, responsables y con un mínimo sentido de país.