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La votación realizada anoche, fue radicalmente distinta de la efectuada apenas un día antes, cuanto esos temas, que la oposición quería introducir en el texto del acuerdo constituyente, no alcanzaron los apoyos mínimos necesarios por el rechazo en bloque de la derecha.
Pero en el segundo intento, esta vez presentados como un proyecto de reforma constitucional, contaron con 144 votos a favor y solo uno en contra, incluso con el respaldo de los diputados de los partidos de derecha Evolución para el Cambio (Evópoli) y Renovación Nacional (RN).
La primera repercusión política de tal cambiazo fue la decisión del partido Unión Demócrata Independiente (UDI) donde milita la derecha más rancia, de distanciarse de Chile Vamos, la coalición de gobierno.
La presienta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, lo comunicó en una llamada telefónica al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y dijo que ‘congelamos nuestra participación en Chile Vamos hasta que tomemos una decisión de cómo vamos a seguir hacia adelante’.
En declaraciones a la prensa la máxima representante de la UDI fue categórica, señalando que ‘no estamos dispuestos a estar con socios que no son capaces de cumplir con la palabra empeñada, esto demuestra que somos el único partido de derecha’.
Esta actitud es calificada por analistas mucho más que una bravata de la UDI, pues puede marcar una crisis en las filas de los partidos de derecha y empeorar la delicada situación del gobierno de Sebastián Piñera en medio de la crisis social y política que vive el país.
En tanto, la decisión de la cámara fue ampliamente celebrada en amplios sectores políticos y sociales en los cuales coincidieron en que la paridad de mujeres y hombres en el mecanismo constituyente que sea aprobado en abril próximo, es un acto de justicia hacia las chilenas, que constituyen más de la mitad de la población del país.
Asimismo diputados de las diferentes fuerzas de oposición advirtieron que ese resultado es consecuencia directa de las movilizaciones protagonizadas por millones de chilenos en los últimos dos meses, entre cuyas demandas han estado la creación de una asamblea constituyente paritaria y el cese de la discriminación hacia la mujer.
No obstante la euforia, desde la izquierda advirtieron que lo logrado anoche es solo un importante paso adelante, pero aún falta que el Senado lo refrende, pues en esa instancia también fueron rechazadas, ayer mismo, la paridad de género, los escaños reservados a los pueblos indígenas y la participación de candidatos independientes.
Pero la senadora socialista Isabel Allende anunció que también en el Senado fue presentada una reforma constitucional que abarque la paridad de género, representación de pueblos indígenas, el tema de los independientes y voto para chilenos en el exterior, que puede ser cotejada con lo acordado en la Cámara de diputados.
