El canal de televisión PAT mostró una entrevista al candidato presidencial por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Chi Hyun Chung, quien adelantó una posible renuncia del general William Kalimán, uno de los últimos en plegarse a la asonada contra Evo Morales.
Al parecer existen temores que los uniformados puedan preparar un contragolpe para asumir el poder en el país.
Asimismo, la vicepresidenta del Senado, la opositora Jeanine Añez, reivindicó su derecho a asumir la presidencia de Bolivia, luego de la renuncia de todas las autoridades que forman parte de la cadena de sucesión constitucional, en medio de la grave situación política que atraviesa el país sudamericano.
La Constitución boliviana establece que la sucesión del mando nacional recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de Diputados, pero todos ellos renunciaron junto con Morales.
Añez reivindicó su derecho a asumir la presidencia de Bolivia y dijo que este lunes estará en La Paz para hacerse cargo de forma provisional y con el único objetivo de convocar a nuevas elecciones, algo que aun no está definido.
En Bolivia el golpe asestó un mazazo al futuro de la institucionalidad y de la democracia como valores aceptados por las mayorías en América Latina, según señalan analistas políticos.
La salida de Morales se acaba de decidir en los cuarteles contrario a lo que ocurrió con los llamados golpes blandos que destituyeron al obispo Fernando Lugo (Paraguay) y a Dilma Rousseff (Brasil).
La derecha boliviana se movilizó en las calles para lograr sus propósitos desestabilizadores pero no fue hasta que los militares y policías desconocieron el orden constitucional que avanzaron para derrocar al presidente.
La pretensión del líder cruceño Luis Fernando Camacho de entregarle una carta a Evo para pedirle la renuncia, sin más representatividad que la de un núcleo duro de golpistas de su departamento en Oriente, fue demorada hasta tener el apoyo, primero de una policía amotinada, y luego de las fuerzas armadas.
Según un artículo de opinión que publica Gustavo Veiga, en el diario argentino Página 12, Camacho también tiene un papel.
Lanzado a La Paz como Juan Guaidó en Venezuela cuando ganó la calle y tuvo que recular, el abogado boliviano es el mascarón de proa de una oposición que no disimula lo que hará cuando gobierne, plantea.
Camacho citó en público a Pablo Escobar como sinónimo de lo que debería hacerse en Bolivia ?sugirió anotar en una libreta a los traidores al estilo del narcotraficante? y corrió a Carlos Mesa, el principal candidato presidencial opositor, del escenario que se armaba en el país, algo que muestra la división entre los actores golpistas.
Para algunos expertos, la derecha ve en el dirigente de Santa Cruz un posible aspirante a la presidencia, aunque este lo niega, pero muchos lo consideran una alternativa más cuando los sectores golpistas no tienen siquiera la representación total ni mayoritaria de la oposición.