“Universidad de El Salvador :
Ciencia y Conciencia de la Realidad”
Distinguidas autoridades Universitarias, health presididas por el señor rector interino de la Universidad de El Salvador Lic. Luis Argueta Antillon, sovaldi sale señores decanos, profesores, estudiantes e invitados especiales.
Agradezco profundamente esta invitación que constituye un honor y al mismo tiempo una gran responsabilidad dado el difícil momento por el que atraviesa nuestra querida y respetada Universidad.
El tema que se nos ha asignado apenas permitirá en este corto tiempo darle unas cuantas pinceladas algunos de los grandes momentos que han caracterizado el papel de nuestra institución en lo que a Ciencia y Conciencia de la realidad se refiere.
Nos proponemos desarrollar ese abordaje tratando de interpretar los avances y decadencias en el desarrollo científico y por otra parte la profunda vocación de servicio a las sociedad que la Universidad ha demostrado a través de su conciencia social generando un profundo compromiso con la sociedad, particularmente con los más vulnerables.
Pero estos procesos han sido afectados en un determinado momento por factores internos y externos que han generado crisis e interrupciones en la vida de nuestra institución.
Iniciare este breve análisis a partir de la fundación de la Universidad. Alcanzar este logro el glorioso 16 de febrero de 1841 significo una larga lucha de gestiones y audiencias, esperando que una vez constituido el Estado salvadoreño, fuera posible la creación de la Universidad.
Este capítulo de fundación de nuestra Universidad y el papel de sus fundadores en especial de su principal promotor, el Dr. Juan Lindo merecerían una larga exposición, pero nos limitaremos a reconocer las serias dificultades que se presentaron para su funcionamiento dado que, como señala uno de sus mejores historiadores el Dr. Miguel Ángel Duran, La Universidad se inicia en un ambiente cultural precario y es gracias al esfuerzo denodado de sus fundadores que empieza sus verdaderas funciones hasta 1847, después de vencer serias dificultades internas con sus propios equipos de trabajo.
Sin embargo es oportuno traer a cuenta el pensamiento de José Cecilio del Valle que muy tempranamente se expresa señalando que “…Las ciencias son el origen primero de todo bien. No hay en las ciencias políticas uno solo que no emana de ellas.” En efecto un verdadero movimiento científico se registra a partir de 1852.
De azarosa hemos calificado, la vida de la Universidad en las Siguientes Décadas, y la historia nos lleva a un segundo movimiento académico impulsado por un gran rector el Dr. Carlos Llerena en los años 40.
La Reforma Impulsada en la Universidad de El Salvador tiene como centro el desarrollo científico empezando por la creación del Instituto de Investigaciones Científicas en cuya inauguración el Dr. Llerena se expresa así:
“En la raíz de la transformación del nivel de vida de los pueblos, en el punto de arranque de cualquier política de prosperidad está presente como factor primario el trabajo científico y la mentalidad conductora del investigador. De no ser así todo impulso de ascenso vital de la nacionalidad seria ciego y sin rumbos definidos.
Es por esta razón que la Universidad de El Salvador se ha formulado a sí misma y ha planteado después en Congresos Internacionales por ella promovidos, el criterio esencial de que es indispensable crear en el Alma Mater las condiciones que permitan investigar la situación exacta de los problemas nacionales en todos aquellos aspectos que sean de su estricta incumbencia institucional y dentro de las normas de la ciencia pura.
Mientras la Universidad no disponga de medios materiales y humanos suficientes y básicos para la investigación científica pura y aplicada seguirá siendo limitadamente profesionalista y románticamente literaria. Ello es natural porque la ciencia se hace con instrumentos de trabajo, con métodos severos y a través de una consagración heroica de su altísimo ejercicio”.
Llerena desarrollo una de las acciones más trascendentes en favor de la Integración Regional de la Educación Superior Centroamericana que dio origen al CSUCA y luego en colaboración con un notable guatemalteco rector de la Universidad de San Carlos, el Dr. Martínez Duran, organizaron el Congreso de Universidades Latinoamericanas que dio origen a la Unión de Universidades Latinoamericanas la UDUAL.
Factores internos constituidos por grupos que no supieron valorar la obra de Llerena le crearon un clima de hostilidad que le llevaron a abandonar la Rectoría de la Universidad. En esa ocasión, él señalo que durante 6 años había vivido incomprensiones de hombres de Estado, hostilidades de carácter político social y malquerencias de grupos y de círculos interesados. Todo eso no lo amedrento en la tarea de levantar a la Universidad que recibió en muy malas condiciones en el año de 1944.
Sus graves denuncias a la enconada campaña de intereses mezquino y de índole político le obligaron a renunciar pese al aprecio, apoyo y reconocimiento de la academia, las juntas directivas y los círculos universitarios de Centroamérica.
Haremos un pequeño espacio en nuestra modesta revisión histórica pese a que no consideraremos los acontecimientos que vivimos en los años 50 para detenernos en la gran reforma de los años 60 impulsada por el insigne compañero Dr. Fabio Castillo Figueroa. Su visión de educador, de ciudadano comprometido y al mismo tiempo de investigador le permitió impulsar una reforma integral en el campo científico, en las humanidades y hasta el desarrollo del sistema bibliotecario.
Quizás sea este uno de los personajes que mejor incorporó en su quehacer la Ciencia y Conciencia de la realidad que plantean los proponentes de esta reunión.
Sin embargo nuestra Universidad siguió viviendo periodos de auge y decadencia en el desarrollo científico, pero simultáneamente mantiene un gran compromiso social gracias a su conciencia de la realidad, a pesar de estar sometida a un doble ataque de lo interno y lo externo.
En lo que a lo externo se refiere, hubo momentos en que la persecución política, la supresión de la autonomía, la reducción del presupuesto y hasta el punto de sufrir intervenciones militares interrumpen violentamente los procesos de desarrollo de la Universidad.
Entre estas intervenciones militares que dejan una profunda huella debemos de resaltar la ocurrida durante el año 1972, la cual destruyó parte de la infraestructura académica que con tanto esfuerzo se había alcanzado, profesores nacionales y extranjeros del más alto nivel tuvieron que salir del país sufriendo así un duro golpe nuestra realidad Universitaria.
Como sabemos la situación política del país y en particular el estallido de la Guerra civil en la década de los 80 continuo golpeando fuertemente a nuestra Universidad en todas su dimensiones. De este periodo podrían realizarse varias ponencias de los abusos y ataques sufridos y que dejaron saldos de dolor y daños profundos de índole personal e institucional.
Con el advenimiento de los Acuerdos de Paz y el papel concedido a la Educación Superior en el mundo en la década de los 90, las condiciones externas ofrecen un clima de oportunidad a nuestra Universidad.
De hecho en ocasión de la 27 reunión de la Conferencia General de los estados miembros de la UNESCO (1993) se aprobó una resolución que invitaba a los responsables a proseguir la elaboración de una política aplicada a la totalidad de la educación superior. Esta resolución se basaba en un análisis de los cambios observados en el mundo y de los desafíos de ellos derivados tanto para la sociedad como para la educación superior habida cuenta de las estrechas interacciones que relaciones a ambas.
La Conferencia Mundial sobre educación superior realizada en París (1998) fue fruto de un largo proceso construido metodológicamente de abajo hacia arriba. De la declaratoria de dicha conferencia tomamos dos puntos:
(1) “Dado el alcance y ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiene más a establecerse sobre la base del conocimiento, razón de que la educación superior y la investigación forman hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones”
(2) “Que si se carece de instituciones de educación superior e investigación adecuadas, que formen a una masa crítica de personas cualificadas y cultas, ningún país podrá garantizar un auténtico desarrollo endógeno y sostenible. Los países en desarrollo y los países pobres en particular no podrán acortar la distancia que los separa de los países industrializados.”
Frente a las grandes responsabilidades que el mundo les confía a las universidades como depositarias de la educación superior, particularmente en lo que se refiere a las Universidades publicas consideramos de gran importancia traer a cuentas la situación que vive nuestra Universidad en cuanto a la elección de sus autoridades, en donde los factores internos representados por la falta de identidad con la Institución entre los mismos miembros de la comunidad universitaria, la lucha interna por el poder y por intereses secundarios impiden que el proceso eleccionario pueda ratificarse, ya que se realizó el proceso de elección en su primera fase de votación popular dando como ganadora de voto de calidad en dos de los tres sectores a una sola candidata.
Esta situación plantea, la necesidad de un proceso de discusión de toda la comunidad universitaria sobre los compromisos adquiridos con la Universidad, con la Nación y el Mundo, en el contexto de la problemática planteada Universidad de El Salvador Ciencia y Conciencia de la Realidad.
La comunidad universitaria se ha comprometido con una visión adoptada por las Universidades del mundo que en el caso de El Salvador nos dice: “Ser una Universidad Pública de presencia Nacional y reconocimiento internacional, con capacidad de incidencia y de propuesta frente a los problemas del país, en el eje del desarrollo, la paz y la educación; sólidamente vinculada con la sociedad, el Estado y el sistema productivo, a través de cambios institucionales orientados a la calidad de la educación y promoviendo una cultura de respeto de los derechos humanos de todos y todas, la no discriminación y un sólido sistema de post grado, investigación y proyección social”
Recordemos entonces cual es nuestra misión: “La Universidad de El Salvador, tiene como Misión su compromiso social. Como Universidad Pública, pertenece a la ciudadanía, está al servicio del bien común y concibe el conocimiento como un bien social.”
Y por tanto suponemos estar comprometidos con su propósito definido como: “Dar Respuesta al Gran reto que plantea el Papel de la Universidad de El Salvador en el Desarrollo nacional, comprometida a colocar la ciencia y la educación generada al servicio de esta importante tarea, considerando que el sujeto y objeto fundamental de este reto es el Desarrollo humano de frente a las grandes problemáticas nacionales.”
Frente a estos compromisos en nuestro carácter de universitarios de siempre DEFENDAMOS LA LEGITIMIDAD DE LOS PROCESOS DEMOCRÁTICOS UNIVERSITARIOS, LUCHEMOS POR UNA UNIVERSIDAD SÓLIDA, SOBERANA, RESPONSABLE Y CIENTÍFICAMENTE DESARROLLADA AL SERVICIO DE NUESTRA POBLACIÓN.
Muchas Gracias.
Debe estar conectado para enviar un comentario.