Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
(Discurso Homenaje a Cap. Touflet -fragmento-)
La llegada a nuestro país de un buen número de militares franceses, no solamente fue a dar soporte en el campo de la ciencia que engalanaba su haber profesional con los conocimientos adquiridos en prestigiosos centros de enseñanza militar. De esta forma, el Capitán Albert Touflet, como otros ciudadanos franceses, han sido los artífices de la estrecha relación que ha existido, a lo largo de la Historia Moderna de nuestro país, siendo esa misma amistad un verdadero apoyo a nuestro desarrollo nacional.
En la actualidad, El Salvador y Francia mantienen las más sólidas relaciones, existiendo entre ambas naciones un intercambio cultural de gran trascendencia, gracias a las proyecciones que en ese sentido realiza la excelentísima Señora Lydie Gazarian, Embajadora de Francia en nuestro país.
En el campo comercial, la inversión francesa en El Salvador, ha sido notable colaborando decididamente al desarrollo y modernización de nuestro país, particularmente en el área de las comunicaciones, generando con ello muchas oportunidades de trabajo y situando a El Salvador en el mapa de las naciones vanguardistas en el mundo de la informática y la telefonía satelital.
El intercambio en el área militar ha sido evidente en el transcurso de los años, habiendo realizado estudios de especialización de Francia varios de nuestros oficiales, siendo muy importante la firma de un reciente convenio, firmado entre ambas Fuerzas Armadas, mediante el cual se realizarán intercambios de entrenamiento de secciones en la Guayana Francesa y en nuestro país, así como también estudios superiores en las academias militares francesas.
Por estas y muchas razones más, consideramos honrosa estas circunstancias, que permite rendir un merecido tributo de agradecimiento y admiración a uno de los pioneros de nuestra gran amistad.
Señoras y señores:
Para las Fuerzas Armadas de El Salvador, la figura del Capitán Joseph Albert Touflet, constituye el paradigma del sacrificio, de la máxima entrega a la causa salvadoreña, sin esperar más recompensa que el imperio de la justicia y la razón.
Como buen soldado francés, descendiente de los proclamadores de los derechos ineludibles del ser humano, Touflet derramó su sangre en suelo salvadoreño, para defender precisamente esos derechos, los cuales pretendían ser mancillados. A 118 años de su fallecimiento, se agiganta la figura de este patriota franco-salvadoreño, iluminando a las actuales generaciones con la antorcha de la libertad… Francia perdió un soldado, El Salvador ganó un Héroe.
Sean para él los laureles de la victoria y la gratitud de nuestro pueblo.
Muchas gracias. 23 de abril 2003