Ana Gloria Carranza
Carmen Eugenia Pinto *
Recordando nuestra niñez, muchas veces nos corrigieron diciéndonos: “no hagas ni digas disparates”.
Ahora, como adultas, sabemos que el disparate es lo opuesto a la razón y al sentido común.
Por ejemplo, cuando los conservadores defienden con tanta pasión el sistema de pensiones actual, su finalidad es continuar acrecentado sus capitales. Retornando nuevamente parte del salario de los trabajadores a sus arcas personales. Así como antiguamente se practicaba en las haciendas coloniales, donde emitían su propia moneda para que el dinero real regresara a sus propias arcas cuando los colonos se veían obligados a comprar sus insumos en las mismas tiendas de sus patronos.
Es un disparate, que en el siglo XXI se quiera perpetuar el mismo proceso con el sistema de pensiones.
Los grupos conservadores van en contra del aumento del salario mínimo y a favor de la administración actual de las pensiones.
La situación es clara y repugna porque va contra la razón y la decencia. No apoyan lo que sale de sus arcas (salario mínimo), apoyando lo que entra a sus arcas (las pensiones), aunque con sus acciones afecten a las mayorías de nuestro amado país aumentando los índices de pobreza y como consecuencia la inseguridad para todos.
Es por esto que el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén propone una reforma de pensiones en favor de las mayorías.
No sigamos apoyando dislates. Informémonos todos para que no fracase el Plan de Gobernando con la Gente, para las Mayorías. Recordándoles a los grupos conservadores que son afortunados de vivir en un país único. Que eviten ser los futuros hermanos lejanos.
Invitándoles a no continuar haciendo disparates para que puedan ellos también disfrutar del Buen Vivir.
*Amigas CAPI