Pekín / AFP / Prensa Latina
Helen Roxburgh
El número de nuevos casos por la epidemia del coronavirus disminuyó por tercer día consecutivo en China, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es «imposible» predecir la evolución del brote.
Más de 68.000 personas han sido infectadas en China desde el inicio de la crisis, pero el número de nuevos casos diarios tiende a disminuir: el domingo alcanzó la cifra de 2.009, en el tercer día de repliegue consecutivo.
La Comisión Nacional de Salud de China informó sobre el descenso en la tasa de los enfermos graves que contrajeron el coronavirus Covid-19, propagado desde diciembre pasado dentro y fuera del país.
Mi Feng, vocero de esa entidad, dijo a periodistas que en Wuhan -el epicentro de la epidemia- la caída fue de 32,4 a 21,6 por ciento, en las demás ciudades de la provincia de Hubei pasó de 18,4 a 11,1 y de manera general disminuyó de 15,9 a 7,2 en otras regiones del estado asiático.
A su juicio, esas cifras evidencian la gradual efectividad del mecanismo de prevención y control adoptado desde hace casi un mes y de medidas como la puesta en cuarentena de personas con fiebre y sospechosas de contraer la afección respiratoria.
«Ya se puede constatar el efecto de las medidas de control y de prevención de la epidemia», dijo Mi Feng.
El sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS), consideró que era «demasiado pronto» para hacer previsiones sobre la evolución de la enfermedad.
Según el último balance anunciado el domingo por China, la neumonía viral COVID-19 provocó la muerte de 1.665 personas, la mayoría en la provincia de Hubei. En las últimas 24 horas, han muerto 142 personas.
El domingo también se registró el primer fallecimiento en Taiwán, un conductor de taxis de 61 años, se anunció oficialmente.
Entretanto en Europa, más de un centenar de alemanes, y una veintena de otras nacionalidades, fueron liberados de la cuarentena a la que estaban sometidos en una base militar de Fráncfort desde que fueron repatriados de Wuhan a comienzos de mes.
– «Gestión cerrada» –
La provincia de Hubei, donde 56 millones de habitantes están aislados del mundo desde el 23 de enero, ha restringido la libertad de movimiento de sus ciudadanos más allá de la capital, Wuhan.
Pueblos y ciudades están sometidos a «una estricta gestión cerrada», las 24 horas del día, lo que significa que los habitantes no deben salir de sus casas hasta nueva orden.
Las compras y la distribución de comida y de medicamentos se pueden hacer de manera «centralizada», precisa una directiva provincial publicada el domingo.
En el resto del mundo, la epidemia mantiene en alerta al planeta, con cerca de 600 casos de contagio confirmados en una treintena de países, incluido el primer caso en África, anunciado el viernes por Egipto.
El principal foco de infección fuera de China sigue siendo el crucero «Diamond Princess», en cuarentena en un puerto de Japón, con 355 contagios a bordo, entre ellos 70 nuevos confirmados el domingo.
La noche del domingo Estados Unidos comenzó a evacuar del crucero a sus ciudadanos, para trasladarlos a bases aéreas en California y Texas. Más de 40 estadounidenses están infectados con el coronavirus en el crucero, según las autoridades estadounidenses, que aseguraron que se quedarán en hospitales en Japón.
También Canadá, Italia y Hong Kong decidieron este fin de semana evacuar a sus nacionales en el crucero, que está cuarentena desde el 3 de febrero.
– Imagen y legitimidad –
En China, después de haber destituido el viernes a los principales responsables políticos de Hubei y de Wuhan, el gobierno anunció el domingo sanciones a funcionarios de menor rango.
«Cuando se produce una crisis de este calado, esto tiene una importancia política, pues la imagen internacional de China y la legitimidad del Partido están en juego», comenta el sinólogo Zhoy Xun, de la Universidad de Essex (Inglaterra).
Entretanto la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva advirtió que la epidemia podría impactar el crecimiento mundial en 2020, dependiendo de la capacidad de China para contener su propagación.
«En este momento, nuestro pronóstico es de (un crecimiento mundial) de 3,3%, y podría haber una reducción de 0,1 a 0,2%», dijo, pero admitió que es «demasiado pronto» para estimar con precisión el impacto.