José Antonio Velis Tobar.
Pedagogo y Periodista.
Monseñor Romero, ahora Santo, en su rol como Arzobispo, fue aumentando una opción preferencial por los pobres y la fue inspirando en los principios evangélicos. Este este compromiso lo obligó a tomar una actitud valiente. En este sentido, plasma y hace trascender, en aquel entonces, su personalidad principalmente a nivel internacional.
Esta lucha en beneficio de los sectores más desposeídos, defendiéndoles sus derechos y abogando por su justicia social, fue siendo reconocida y apoyada por organismos humanitarios, de manera especial fuera del país.
No obstante lo más significativo fue recibir expresiones de apoyo y aliento del Papa Pablo VI, cuando lo atendió en Roma, de modo tal, que lo corrobora la biografía de Monseñor Romero que divulgó la Prensa Gráfica, cuando en su relato afirma: “Esas palabras, refiriéndose a dicho Papa, – le dieron tranquilidad…para continuar la misión que Dios le había encomendado, proteger a los pobres y denunciar las injusticias que se cometían contra ellos. Alguien tendría que ser la voz del pueblo y sabía que esa era labor de la iglesia. ”
desde luego, uno de los recursos de lucha, que Monseñor Romero como Arzobispo empleó fueron sus elocuentes homilías, en las cuales denunciaba: atropellos, represiones, secuestros en defensa principalmente de los sectores desprotegidos, y lo hace constar él articulista del Co-latino Luis Armando González, en su mensaje: “EL OCTUBRE DE MONSEÑOR ROMERO”, cuando afirma, que: “Las homilías de Monseñor Romero eran una denuncia permanente de esos abusos y esa violencia, y una defensa del derecho popular y social a una vida digna, lo mismo que a la participación y la organización.
Por lo tanto, Monseñor Romero, en su desarrollo pastoral como Arzobispo, su figura valiente, ponderada y humanitaria, fue tomando una mayor valoración y estimación social, a tal grado de atraer apoyo y homenajes por universidades y organizaciones sociales de acá y fuera del país, “Estas distinciones” a las cuales él se negaba recibirlas, al final las aceptaba con toda modestia, animado por sus consejeros, y las recibía para honra de la Iglesia y del pueblo Salvadoreño.
DISTINCIONES Y HOMENAJE ANTES Y DESPUÉS DE SU MARTIRIO
En efecto, sobran los motivos, por lo que el perfil singular del ilustrado Religioso se hiciera digno y merecedor a ser congratulado. Algunos premios los obtuvo durante su vida. Uno de los primeros homenajes fue otorgado por la Universidad de Georgetown, Washington, Estados Unidos al recibir el título de “Doctor Honoris Causa en Letras Humanas”, el 14 de febrero de 1978 en la Catedral de San Salvador, porque era evidente, su alta sabiduría humana, especialmente en el contexto de las letras, obviamente puestas al servicio del pueblo.
En dicha ocasión, el galardonado, con infinita modestia, al gesto de la Universidad de Georgetown, expresó, que este generoso acontecimiento académico, tenía para él, cuatro dimensiones que con la Iglesia y el pueblo agradecía con actitud inmortal, y planteó así sus palabras: 1- Como un sólido apoyo a la causa de los Derechos Humanos, 2- Un reconocimiento a los colaboradores de esta causa, 3- Una solidaridad de consuelo y esperanza para con todos los que sufren el atropello de su libertad y de su dignidad humana, 4- Un eco de la denuncia y de la llamada a la conversión.
Los funcionarios universitarios que vinieron a otorgarle la distinción académica fueron, los doctores: Timothy Healy y Robert Mitchell, respectivamente, Presidente y Representante del Consejo de Directores de la Universidad mencionada.
Por otra parte en 1979, se le reconoce honoríficamente, al ser propuesto, através del parlamento inglés y otras entidades a nivel mundial, “como candidato al Premio Nobel de la Paz”. Al mismo tiempo, era postulada, también, por su humanismo Cristiano la madre Teresa de Calcuta a quién fue otorgado el premio, y Monseñor Romero que le conocía, alabó su galardón.
Sin embargo, Monseñor en medio de estos reconocimientos honoríficos, los cuales seguían pujantes en aquellos minutos coyunturales que enfrentaba, se le reconoce el mérito de ser condecorado con el título, “Doctor Honoris Causa” por la Universidad de Lovaina Bélgica, el día 2 de febrero de 1980.
En los presentes incentivos internacionales que se le brindaban, se cumplía, en monseñor, el dicho popular que afirma: “Nadie es profeta en su pueblo”, porque, mientras aquí en su propio terruño se le ofendía con calumnias y amenazas que salían de corazones que ardían en odio y ausencia del espíritu cristiano, sin embargo fuera de El salvador, donde se respetan los Derechos Humanos y están superados los prejuicios sociales, se le reconocían sus méritos y era altamente premiado.
Todavía, en los candentes días, en que su vida estaba en peligro, por las frecuentes amenazas, acepta modestamente recibir la distinción llamada: “Premio de la paz”, por Acción Ecuménica de Suecia, el 9 de marzo de 1980, en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús. 15 días antes de ser asesinado.
Por otra parte, después del impacto mundial que causó su cruel asesinato, han venido creciendo más sus homenajes en una gama de actividades literarias, académicas, artísticas, pictóricas, murales, escultóricas y musicales. De tal manera, que en Inglaterra, miembros de un organismo religioso, seleccionaron de todos los continentes los diez mártires más connotados del siglo XX, por ende, se les erigieron diez efigies, con maravillosa estética, las cuales fueron ubicadas en la antigua abadía de Westminster, Londres.
En el monumental edificio, que fue erigido hace 900 años, se encuentran las artísticas figuras, instaladas en la parte superior de su puerta occidental. Pués, entre ellas, honoríficamente, se contempla una dedicada a Monseñor Romero, en otro rasgo de su personalidad, quien sostiene a un niño en sus brazos, expresando ternura y recordando lo que dijo en una homilía del 23 de septiembre de 1979: ¡Cuanto más vale para mí que un niño tenga la confianza de sonreírme, de abrazarme y hasta de darme un beso a la salida de la Iglesia que si tuviera millones y fuera espantable a los niños!.
Los personajes mártires del siglo XX que fueron seleccionados a nivel mundial son: en orden de preferencia nacional y para nosotros naturalmente el primero: 1- Monseñor Oscar Arnulfo Romero, El Salvador. 2- Duquesa Elizabeth, Rusia. 3- Martin Luther, King Estados Unidos. 4- Machue Masemola, Sudáfrica. 5- Maximilian Kolbe, Polonia. 6- Lucian Zeapiedi, Papúa. 7- Dietrich Bonhoeffer, Alemania. 8- Ster John, Paquistán. 9- Wang Zhiming, China. 10- Jasnani Luwin, Uganda.
Por otra parte la nación de Taiwán, a través de su Embajadora Andrea Lee, aquí en El Salvador (2014), realizó una donación a la fundación Monseñor Romero, con el fin de contribuir a que se esculpiera una estatua de bronce del memorable Arzobispo en Roma, Italia (Giardino Jardín El Salvador). La escultura es parte del plan: “Yo quiero a monseñor Romero en Roma”.
El extinto presidente de la “Fundación Monseñor Romero”, Ricardo Urioste (Q.E.P.D.), según fuentes periodísticas expresó en aquel entonces que el objetivo de colocar una estatua de Monseñor Romero en Roma, era para continuar con su legado de justicia, paz, libertad y amor a la verdad
En efecto, es digno de admirar estos gestos internacionales. También sumamos a la Organización de las Naciones Unidas, que le rinde homenaje cada año a Monseñor Romero en el “Día Internacional del Derecho a la Verdad”, decretado en diciembre del 2010.
El Secretario General de las Naciones Unidas, ONU, Ban ki-moon recordó en una de las celebraciones fungiendo en dicho cargo quien expresó: “Que este prelado salvadoreño, fue un activo promotor y defensor de los Derechos Humanos en El Salvador. Por lo tanto, todas las naciones del mundo a través de la ONU le rinden este póstumo homenaje.”
Otro reconocimiento importante a nivel internacional, sobre el cual informó el Diario Co-latino, en Suplemento Tresmil, el sábado 1 de Abril del 2017. Su noticia cultural fue la siguiente.
DEVELACIÓN DE MONUMENTO A MONSEÑOR ROMERO EN HOLANDA
El 24 de marzo fue develado en la ciudad de Almere, el busto de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, al mismo tiempo que se inauguraba la exposición de fotografías “Romero voz y mirada”, producida por el Museo de la Palabra y la imagen. La actividad se realizó en gratitud de la comunidad Salvadoreña en Almere al pueblo Holandés, que hace 32 años les recibió con brazos abiertos. En 1984 el gobierno Holandés intercedió por la liberación de 11 integrantes del sindicato de CEL que permanecían presos en El Salvador durante 4 años, sin causa judicial. Los sindicalistas y sus familias reiniciaron sus vidas en la ciudad de Almere, provincia de Flevoland. La develación del busto de Monseñor Romero se acompañó de una emotiva ceremonia en la que participó la comunidad y la embajada salvadoreña, El nuncio apostólico, el Alcalde de Almere, el representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda y Organizaciones Holandesas acompañantes. En representación de la comunidad salvadoreña tomó la palabra Alfredo Hernández Represa, ex directivo sindical de STECEL, quien resaltó el papel de Monseñor Romero como defensor incansable de los pobres y luchador por los derechos humanos y la justicia social. El monumento a Monseñor Romero se realizó con el apoyo de la embajada y comunidad salvadoreña en Holanda, y permanecerá en el corazón de Almere como guía para las nuevas generaciones.
También, otros homenajes recientes internacionales. En Nueva York, se organizó un comité especial en el 2018 para pintar un mural y levantar un busto conmemorativo a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en el sector de Manhattan. Este significativo proyecto lo está apoyando el Cónsul General de El Salvador, Vicente Chinchilla y otros colaboradores en Nueva York.
Asimismo, se inauguró en el 2018 la pintura de un “mural”, dedicado a Monseñor Romero en Italia, ciudad de Milán en la calle noroeste, ya designada con el nombre del Mártir salvadoreño. Esta obra de arte ha sido producida por los artistas Renacho Melgar y Norberto Ker Arcone, ambos de nacionalidad salvadoreña. Y ahora:
Por otra parte, con respecto de homenajes que se han dedicado y dedican al prelado mártir en nuestro ámbito salvadoreño, tenemos el gesto nacional que será inolvidable, y ha sido haberle puesto a la monumental carretera, paralela, un tramo, a la Carretera Panamericana, la nominación popularmente llamada, “BOULEVARD MONSEÑOR ROMERO”, que une San Salvador con Ciudad Merliot y Santa tecla. Otro homenaje que será trascendental, está la designación del Aeropuerto Internacional de Comalapa con su meritísimo nombre. “AEROPUERTO MONSEÑOR OSCAR ARNULFO ROMERO.”
Estas dos significativas gestiones fueron realizadas durante la Administración Gubernamental del Lic. Carlos Mauricio Funes Cartagena (2009-2014), quien con una actitud solidaria e histórica, abrió más la brecha “en memoria del prelado”, la cual, seguramente suprimirá prejuicios, resabios y hasta odios abrigados en los corazones, que no simpatizaron, ni simpatizan, todavía, con el verdadero cristianismo y la personalidad del recordado mártir.
Asimismo, la Universidad Centroamericana, José Simeón Cañas (UCA), creó en su comunidad universitaria una singular y atractiva Institución llamada “Centro Monseñor Romero”, que dentro de sus servicios, alberga un museo, librería, biblioteca y más al Mártir obispo y Mártires de la UCA.
También otro legado de carácter académico, es la creación de la Universidad Monseñor Oscar Arnulfo Romero (UMOAR), situada en el Km. 53 de la carretera hacia Chalatenango, en el municipio de Tejutla
Según datos históricos, el centro superior educativo fue creado por varios profesionales en agosto de 1992 e inició sus funciones en 1994. La universidad, fue impulsada en sus orígenes, por Monseñor Eduardo Antonio Alas, Obispo de la Diócesis de Chalatenango, a la par de profesionales que comulgaron con dicho proyecto.
Asimismo se han fundado centros escolares nacionales y extranjeros en su honor, por ejemplo, aquí en el país, en el municipio de Tecoluca, Dto. San Vicente. Otro en Zaragoza, La Libertad, también dedicado a él llamado COAR que significa, Centro Católico Oscar Arnulfo Romero y en muchos centros escolares más dedicados a él. Hasta en el exterior tenemos un centro educativo, en Estelí, Nicaragua que lleva su nombre.
Continuando con sus legados, en la catedral de San Salvador se encuentra, “la más alta memoria”, que es el sepulcro, que guarda sus sagrados restos, el cual es visitado a diario por feligreses nacionales y extranjeros.
También en el Museo Nacional de Antropología (MUNA), se encuentra un salón dedicado a la memoria del singular ente. Asimismo en el museo de la palabra (MUPI), se le ha dedicado en su honor, una sección especial de sus fotografías personales.
Desde luego en memoria sublime y la más antigua, es la capilla del hospital “La Divina Providencia”, desde allí el alma de Monseñor Romero, ingresó majestuoso a las alegres moradas del Padre Celestial, cuando celebraba la eucaristía y se le truncó su vida.
Pués, en dicho centro de salud, cariñosamente llamado “hospitalito”, se ha fundado: “el Centro Histórico Monseñor Romero”, que guarda variedad de recuerdos sobre su personalidad.
Por otra parte, se bautizó el salón de Honor de Casa la Presidencial con el nombre Monseñor Oscar Arnulfo Romero, guía espiritual de la nación, en la conmemoración de los 22 años de los acuerdos de Paz, durante la presidencia de Lic. Mauricio Funes. Entre los presentes a este acto figuran significativos personajes: Gaspar Romero (hermano de Monseñor Romero); Vanda Pignato la entonces (Primera Dama), Rigoberta Menchú (líder indígena y premio Nobel de la paz-1992); funcionarios y otros invitados, también se develó una pintura del obispo mártir que adorna la pared del costado poniente del recinto de la Sede Presidencial. Además el Auditorio del Ministerio de Gobernación fue bautizado también con su sagrado nombre.
Por otra parte, conozca que hasta instituciones médicas le están ofrendando sus honores, tenemos la Clínica Parroquial Monseñor Romero, ubicada en Ateos, Sacacoyo, La Libertad, dedicada a él y otras más.
Sin embargo, no podemos quedarnos desapercibidos del magno evento, efectuado el Sábado 23 de mayo del 2015, en que Monseñor Oscar Arnulfo Romero, subió al esplendoroso altar universal COMO BEATO, quedándole solemnemente en aquel entonces un peldaño más para su sagrada Canonización.
De hecho, el proceso de canonización, adquirió empujé luego que el Papa Francisco ordenará su agilización después de un largo estancamiento. Sin embargo, anteriormente Juan Pablo II y Benedicto XVI lo consideraron “MÁRTIR DE LA FE”. En tal sentido, se cumplió el objetivo final, de elevar a la Santidad a Monseñor Romero.
Y conforme su programación señalada para su Canonización, a partir del 14 de Octubre del 2018, este memorable Arzobispo se convirtió en SAN OSCAR ARNULFO ROMERO GALDÁMEZ, y puesto en altares de todos los templos del mundo y en especial en los templos de El Salvador. ¡Su más alto homenaje!
Con esta muestra de distinciones, basta del incontable número que he omitido, los cuales se le han dedicado y se le están dedicando con todo cariño y veneración al Salvadoreñísimo Santo, de estas y futuras generaciones.