El serbio Novak Djokovic conquistó por segunda vez el torneo de tenis de Wimbledon y recuperó la cima del ranking mundial al vencer en una emotiva final al suizo Roger Federer.
El serbio se impuso por 6-7 (7-9), treat 6-4, 7-6 (7-4), 5-7 y 6-4 en cinco sets de alto nivel e impidió a Federer lograr una histórica octava corona en el césped de Londres.
Djokovic, que a partir del lunes desplazará al español Rafael Nadal en lo más alto del ranking por primera vez desde septiembre del año pasado, no ganaba un título de Grand Slam desde el Abierto de Australia de 2013 y había caído en sus últimas tres finales en los grandes torneos.
Entrenado por el ex tenista alemán Boris Becker, el serbio celebró su segundo título en el All England Club tras ganar el torneo en 2011 y alzó su séptimo trofeo de Grand Slam.
Federer, también entrenado por una leyenda como el sueco Stefan Edberg, perdió la posibilidad de extender su récord de 17 Grand Slams y sigue sin alzarse con uno de los cuatro grandes títulos del tenis desde Wimbledon 2012.
A sus 32 años y padre de cuatro hijos, el suizo buscaba además convertirse en el campeón masculino más veterano en la historia del torneo en la era abierta. Y estuvo muy cerca de conseguir un triunfo con sabor a hazaña tras remontar una desventaja de 5-2 en el cuarto parcial y forzar el quinto set. Pero no fue suficiente tras una batalla de casi cuatro horas.
Los dos ponían mucho en juego y las enormes expectativas se cumplieron desde el inicio del partido. Muy concentrados, Federer y Djokovic salieron a la cancha conscientes de que no podían dejar pasar la más mínima oportunidad. El serbio, firme desde el fondo y punzante con la devolución, buscó permanentemente mover al suizo y abrirlo por el revés. Pero Federer, apoyado en un saque preciso, no estaba dispuesto a ceder la iniciativa y subía a la red cada vez que podía.
El partido se hizo parejo, entretenido y lleno de variantes: voleas, slices, globos y drops. El público en la cancha central del All England Club se deleitaba y en el “Royal Box” aplaudían el ex futbolista inglés David Beckham, el entrenador Alex Ferguson, ex leyendas del tenis como el australiano Rod Laver y los príncipes Guillermo y Catalina. “Un infierno de partido”, elogiaba Jimmy Connors en sus comentarios para la televisión británica.
Djokovic estuvo más cerca, pero no logró forzar ninguna oportunidad de quiebre y llegaron a un emotivo tie-break, donde Federer se impuso tras salvar dos puntos para set. El suizo festejaba con un alarido: tras 51 minutos de batalla, el primer capítulo había adquirido un importante valor emocional.
Al menos eso pareció en el inicio del segundo set, porque Djokovic empezó a mostrar signos de nerviosismo tras fallar dos puntos de quiebre en el inicio. Tenso, el serbio sufrió poco después un resbalón y debió pedir atención médica con gestos de dolor en el tobillo izquierdo.
La balanza parecía inclinarse a favor de Federer, pero el suizo se relajó y permitió la recuperación de un Djokovic que siguió luchando. El serbio, ya sin molestias, logró el primer quiebre del partido para ponerse 2-1 y luego administró la ventaja para igualar las acciones de un encuentro que ya no tenía el nivel del comienzo.
La paridad se mantuvo en el tercer parcial, donde llegaron a un nuevo-tie break tras mantener cada uno con firmeza su servicio. Con menos explosión de piernas que al inicio, Federer se mantenía a flote principalmente gracias a los 13 aces que consiguió en el parcial -fueron 29 en todo el partido-. Sin embargo, en la definición el serbio estuvo más preciso y se llevó en su primera oportunidad un tie-break vital.
A un set del título, el serbio dio un nuevo golpe a Federer en el inicio del cuarto parcial y quebró para ponerse 3-1. Pero el suizo no se dio por vencido y recuperó de inmediato el quiebre con una derecha fulminante. Federer festejó con un salto y el público se levantó de sus asientos, pero la alegría del suizo no duró mucho.
Djokovic, en su mejor nivel, volvió a quebrar y se adelantó 5-2. El trofeo estaba en sus manos, pero aparecieron las dudas y un Federer magistral. El serbio perdió su servicio cuando sacaba 5-3 y al juego siguiente vio esfumarse su primer match-point con un ace de Federer que se confirmó tras recurrir al ojo de halcón. El golpe fue demasiado fuerte para Djokovic, que volvió a ceder su saque ante un Federer que terminó encadenando cinco juegos consecutivos para forzar un quinto set.
La catedral del tenis era un hervidero y Federer se hacía gigante en el césped. Pero Djokovic se sostuvo mentalmente y plantó batalla en un nuevo set de alto vuelo. El suizo tuvo su gran oportunidad con un break-point en el 3-3, bien salvada por el serbio. Djokovic también desperdició valiosas opciones cuando el suizo sacaba 4-3, pero logró sostenerse y finalmente alcanzó el quiebre decisivo para llevarse un encuentro muy luchado.
El serbio celebró arrodillado en el césped y tras abrazar a Becker en la tribuna lanzó un grito de festejo: el rey del tenis vuelve a ser Djokovic.
Debe estar conectado para enviar un comentario.