Melbourne/dpa
El serbio Novak Djokovic y el español David Ferrer avanzaron a los cuartos de final de un Abierto de tenis de Australia que entrará mañana en su semana decisiva sin la estadounidense Serena Williams.
Mientras Djokovic fulminó 6-3, pilule 6-0 y 6-2 al italiano Fabio Fognini, Ferrer debió luchar para imponerse 6-7 (5-7), 7-5, 6-2 y 6-1 al alemán Florian Mayer, 37 del ranking mundial y un rival al que no derrotaba desde hacía más de siete años.
Horas antes, los espectadores de Melbourne Park se frotaron los ojos tras ver un resultado que pocos imaginaban, un 4-6, 6-3 y 6-3 de la serbia Ana Ivanovic sobre Williams, número uno, máxima favorita y cinco veces campeona del certamen. Fue un día en el que Serbia brilló en Australia.
El choque de Djokovic, número dos del mundo, con Fognini, 16, no tuvo historia. El serbio, que se medirá el martes en los cuartos al suizo Stanislas Wawrinka, vencedor del español Tommy Robredo por 6-3, 7-6 (7-3) y 7-6 (7-5), jugó con una comodidad insólita ante un rival tan impotente como risueño.
“Es el número dos del mundo… Sus tiros y sus ángulos son increíbles”, dijo Fognini tras un partido que fue un monólogo.
Lo más interesante llegó después del saludo en la red, cuando Djokovic recuperó lo que era una costumbre en los inicios de su carrera: las imitaciones. Fue Jim Courier, el ex número uno del mundo y actual entrevistador para el Channel 7 australiano, quien le preguntó si tenía alguna preparada de su nuevo entrenador, el alemán Boris Becker.
Djokovic se hizo rogar menos de un segundo y enseguida se puso manos a la obra con una imitación en la que exageró en forma grotesca los típicos movimientos del ex jugador a la hora de sacar.
“Hay que darle crédito. Se estira, se esfuerza, y me dijo que vamos a jugar en Miami”, dijo Djokovic mientras Becker reía en la tribuna. “No puedo esperar a jugar en Miami y a las devoluciones ganadoras que le voy a hacer a tu servicio”, lanzó el serbio al ex número uno del mundo.
Muchos de los aficionados que acudieron al Abierto de 2013 esperan que Djokovic “imite” el martes lo que hizo en los octavos de final hace 12 meses.
El serbio y Wawrinka se medirán en una reedición del brillante partido que jugaron ambos tenistas en los octavos de 2013 en el mismo escenario. Djokovic, número dos del mundo, se impuso aquel día por un épico 1-6, 7-5, 6-4, 6-7 (5-7) y 12-10 tras más de cinco horas de batalla.
El ganador del duelo se cruzará en semifinales con el vencedor del partido entre Ferrer y el checo Tomas Berdych, que ganó en el otro partido del día al sudafricano Kevin Anderson por 6-2, 6-2 y 6-3.
“Estoy muy orgulloso de estar en cuartos de final”, dijo Ferrer, tercero de la clasificación mundial, tras dos horas y 55 minutos de partido ante Mayer. Es el cuarto año consecutivo que el español se mete entre los ocho mejores del certamen.
“Fue un partido difícil, muy difícil ganar ese segundo set. Poco a poco fui mejorando el servicio, y eso me fue útil. Él es un gran jugador, la última vez ante él había perdido”, recordó Ferrer.
Ivanovic confirmó que está nuevamente en la lucha grande en el tenis al dar el golpe del torneo eliminando a Williams. Es la primera vez en su carrera que Ivanovic, de 26 años y ex número uno, vence a la estadounidense, ante la que nunca había podido ganar siquiera un set en sus cuatro partidos previos.
“Es simplemente maravilloso”, dijo una resplandeciente Ivanovic. “No es fácil jugar con una campeona así. Nunca la había derrotado, pero ella también es humana y siente la presión”.
Entre errores con la derecha y advertencias de la jueza de silla por pérdidas de tiempo, el juego de la menor de las Williams se desdibujó ante el empuje de Ivanovic, que comenzó la temporada ganando en Auckland su primer título desde 2011.
Campeona de Roland Garros en 2008 y finalista de Australia esa misma temporada, Ivanovic, se medirá a la canadiense Eugenie Bouchard, que derrotó por 6-7 (5-7), 6-2 y 6-0 a la última australiana en liza, Casey Dellacqua.
Williams, en cambio, deberá postergar al menos hasta Roland Garros su meta de ganar un décimo octavo torneo de Grand Slam para igualar así a sus compatriotas Martina Navratilova y Chris Evert.
Aunque es una de las mejores tenistas de todos los tiempos, Williams, de 32 años, admitió la imposibilidad de un sueño: ganar el Grand Slam, los cuatro grandes torneos en un mismo año.
“No voy a lograrlo”, dijo la número uno. “Es algo en lo que me rendí ya hace tiempo. Creo que ya ni siquiera pienso en la posibilidad de ganar cuatro consecutivos. Quizás pueda ganar cuatro consecutivamente, pero parece ser que ganar todos en el mismo año es difícil para mí, por la razón que sea”, añadió Williams, que jugó lesionada según su entrenador, Patrick Mouratoglou.
La italiana Flavia Pennetta derrotó a la alemana Angelique Kerber por 6-1, 4-6 y 7-5 y se medirá en cuartos a la china Na Li, vencedora de la rusa Ekaterina Makarova por 6-2 y 6-0.
El español Rafael Nadal, máximo favorito, buscará mañana un lugar en los cuartos ante Kei Nishikori, mientras que el suizo Roger Federer se medirá al francés Jo-Wilfried Tsonga en el partido más atractivo de la jornada.