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Buenos Aires/AFP
Sindicatos docentes argentinos convocaron a huelga nacional de cuatro días, tras rechazar la propuesta salarial del gobierno de Mauricio Macri, agravando aún más un conflicto que sacude el país.
El paro de los maestros se realizará el 15, 16, 21 y 22 de marzo después de que el gremio considerara insuficiente la propuesta de las autoridades, a quienes les piden un reajuste del 35%.
«Éste es un conflicto nacional que afecta a todos los niveles y todas las provincia, llamamos a un paro nacional por cuatro días», anunció el sindicalista Sergio Romero.
La huelga dejará sin clases a más de 10 millones de alumnos de todos los niveles –un cuarto de la población argentina–, después de la celebrada el lunes y el martes de esta semana.
Los docentes de la provincia de Buenos Aires –la más poblada de Argentina–, anunciaron por otro lado que el lunes 13 realizarán una huelga de 24 horas, mientras que los de la capital argentina –el distrito más rico del país– harán otra de 48 horas a mediados de mes.
Los profesores reclaman al gobierno neoliberal de Macri un reajuste del 35% que compense la caída del poder adquisitivo por efecto de la inflación, que en 2016 rozó el 40% y que las estimaciones empresarias la sitúan este año por encima del 20%.
Pero el gobierno pretende ponerle techo a los aumentos anuales de salarios en torno al 17%, que es la pauta oficial de inflación para 2017.
Además, el gobierno considera que la huelga tiene intencionalidad política y anunció que descontará los días de paro, en tanto ordenó una conciliación obligatoria que los sindicatos desoyen.
Baile de cifras
Esta nueva convocatoria agudiza la tensión social, en una semana en la que la central obrera mayoritaria CGT realizó una multitudinaria marcha, durante la que convocó una nueva huelga general en abril. Además, esta semana se conocieron nuevos datos sobre la complicada situación económica de Argentina.
Por un lado, el coste de la vida volvió a encarecerse con la aceleración de la inflación, que se situó en el 2,5%, mientras la economía sigue en recesión con la caída de la industria y el consumo, y miles de personas pierden su empleo por el cierre de las fábricas.
Por otro, la pobreza creció durante los nueve primeros meses de 2016 hasta afectar a 13 millones de personas, un 32,9% de la población. Además, el 44,4% de los niños son pobres y 12% están en la indigencia.
Eso significa que hay 1,5 millones de argentinos pobres más desde que Macri asumió el poder en diciembre de 2015.
En el plano de las negociaciones, los docentes reclaman que se hagan a nivel nacional, pero el Ejecutivo se niega al sostener que cada gobierno provincial debe resolver su propio conflicto salarial.
El núcleo de las negociaciones se realizan en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país y gobernada por María Eugenia Vidal, de la alianza gobernante Cambiemos.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires «ofreció un 19% de aumento cuya última cuota será en enero de 2018», explicó.
Las arcas «están fundidas», aseguró en rueda de prensa el ministro de Economía de la provincia, Alejandro Finocchiaro.
A los maestros «los instamos a que vayan a trabajar y no se dejen tomar de rehenes de la intencionalidad política de algunos gremios», afirmó.
De su lado los sindicatos pidieron que el gobierno nacional brinde asistencia financiera a las provincias. «Es el que tiene la llave para destrabar este conflicto», dijo Roberto Baradel, un líder sindical.
