Ciudad de Guatemala/AFP
Un grupo de países donantes en Guatemala pidió al gobierno mejorar el trabajo con una comisión antimafias de la ONU, protagonista en la lucha contra la corrupción, señalada por el presidente Jimmy Morales de sobrepasar sus funciones.
Los países del grupo G13, Italia, Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Suecia, Suiza, la Unión Europea y el Sistema de Naciones Unidas, expresaron en un comunicado la petición para no minar la labor de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente de la ONU único en el mundo.
«Los miembros del Grupo G13 hacen un llamado a las autoridades de Guatemala para trabajar junto a la CICIG de manera que pueda seguir cumpliendo satisfactoriamente con sus funciones y su mandato», detalló el texto.
Actualmente, el gobierno guatemalteco mantiene conversaciones en Naciones Unidas para revisar el mandato de la comisión, luego de que Morales intentó en septiembre pasado expulsar del país al jefe de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez.
Morales declaró al exjuez como no grato al señalarlo de injerencia en asuntos internos y violar la presunción de inocencia de sindicados en casos de corrupción. La orden de expulsar a Velásquez fue anulada por la máxima instancia judicial.
El intento por sacar a Velásquez se dio pocos días después de que la CICIG y la fiscalía pidieron quitar la inmunidad al mandatario e investigarlo por sospechas de haber financiado su campaña de 2015 con fondos ilegales.
Morales ha mantenido su inmunidad tras dos votaciones en el Congreso donde no se ha logrado llegar a la cantidad de votos suficientes para quitar el blindaje y ahora el gobierno se queja que la comisión de la mano de Velásquez ha sobrepasado sus funciones.
«Los miembros del Grupo G13 (…) reiteran su apoyo y aprecio al trabajo desempeñado por la CICIG y por su Comisionado, Iván Velásquez», agregó el comunicado.
Instalada en 2007 a petición de Guatemala, la CICIG ha colaborado con las autoridades judiciales en la depuración de jueces señalados como corruptos, además de desarticular grupos del narcotráfico y crimen organizado, entre otras acciones.
La CICIG cobró relevancia en 2015 con Velásquez, el tercer jefe de misión, tras revelar junto con la fiscalía una estafa en las aduanas que condujo a la renuncia del entonces presidente Otto Pérez (2012-2015), señalado como cabecilla del fraude.