Salvador Ventura
En su triste y parcializado editorial: Señala Departamento de Estado: el país sufre de corrupción, remedy de El Diario de Hoy, pills publicado el jueves 21 de abril, ask por enésima vez “carga las baterías” contra “funcionarios y allegados al partido en el poder”, acusándolos de “enriquecimiento ilícito”.
Es fácil acusar y lanzar dardos amparándose en la impunidad, sobre todo en la libertad de prensa plenamente garantizada por este gobierno y reforzada con una serie de leyes e instituciones como la Ley de Acceso a la Información Pública y el Tribunal de Ética Gubernamental.
El editorialista se refiere a la corrupción institucional y “el uso de entidades y competencias públicas para favorecer movidas y perseguir opositores”, no menciona nombres de las instituciones del gobierno proclives a tráfico de influencias ni mucho menos de “opositores” perseguidos por sus ideas políticas.
Es simplemente lanzar una acusación a la “buena de Dios”, como se dice coloquialmente, sin pruebas de ninguna naturaleza, sus lectores deberán sacar sus conclusiones y especular sobre la corrupción, las movidas y las persecuciones políticas del gobierno.
“El enriquecido ilícitamente se ampara en funcionarios para perpetrar sus fechorías, los que pierden expedientes o montan maniobras para descalificar investigaciones o justificar un enriquecimiento ilícito. Perder o destruir documentos públicos es delito grave, aunque falta por verse si se forma causa judicial por ello”.
Un canto a la difamación y una comedia montada a la usanza de los fascistas para desacreditar a sus rivales y preparar el escenario para cometer las peores tropelías, el editorialista “supone”, “interpreta” y “expone”, sin ningún miramiento ni respeto por el profesionalismo y la ética como hemos señalado en anteriores comentarios.
Su gran cruzada consiste en “acorralar” a “funcionarios y allegados al partido en el poder” siguiendo una agenda perversa previamente trazada por dirigentes de Arena y más arriba por sus financistas y ese minoritario grupo de poder económico, todavía reacio a aceptar el rumbo distinto tomado por el país desde hace siete años.
El editorialista hace una lista de los distintos casos de corrupción (sin fundamentar ninguno) en los que supuestamente habría incurrido el actual gobierno, como el caso de “conceder a dedo espacios ‘prime’, ‘privilegiados’, en el aeropuerto a unos y mantener en vilo al resto”.
Por supuesto, la especulación y la calumnia no tiene límites, como ya es su costumbre no concede derecho a respuesta ni las debidas aclaraciones del presidente de la CEPA, quien ha explicado las reglas y las normativas legalmente establecidas para otorgar permisos de funcionamiento de nuevos negocios en el aeropuerto.
En esa “lista” de supuestos casos de corrupción en ningún momento menciona a los cuatro gobiernos de Arena claramente vinculados a hechos graves y penosos contra las arcas del Estado, muchos de los acusados están presos (directivos de Correos de El Salvador, por un desfalco de $1.5 millones), otros con juicios pendientes y otros huyendo de la justicia.
Los 152 expedientes durmiendo el sueño de los justos en los archivos de la Fiscalía General de la República (FGR), tienen nombres de ex funcionarios, fechas y montos de las cantidades de dinero estafadas, robadas o asignadas a otros “rubros” de los inicialmente contratados.
Sus ágiles periodistas deberían escribir sobre los fraudes en la CEL, el entierro de medicinas vencidas, el saneamiento y privatización de bancos del Estado o la venta ilegal de acciones de la CEL a la empresa italiana ENEL Green Power, en los gobiernos de Alfredo Cristiani, Calderón Sol y Francisco Flores Pérez.
Los casos de corrupción en el ISSS, con el robo de $2.4 millones, la malversación de $2.1 millones en el FIS, la estafa de $80.5 millones en INSEPRO y FINSEPRO cometido por altos dirigentes y miembros del partido Arena, le proporcionarían suficiente material para escribir con documentos y nombres sus atolondrados editoriales.
El fraude a la economía pública cometida en la ANDA (desfalco de $100 millones) cometida por directivos de esta institución en el gobierno de Flores Pérez, nunca fue motivo de sendas noticias, reportajes o sesudos editoriales de El Diario de Hoy, muchos de los “angelitos” de Arena ya fallecieron, otros se escudan en el anonimato y otros residen fuera del país.
La credibilidad, hace tiempo perdida, de este medio de propaganda al servicio de una agenda perversa de Arena y de grupos económicamente poderosos, únicamente podría recobrarse si dejan a un lado sus perversos manejos ideológicos, cortan sus vínculos con la oligarquía, respetan los códigos de honor y reivindican la ética y el profesionalismo.