San José/AFP
Dos diputadas negras costarricenses denunciaron ante la Defensoría de los Habitantes una ola de amenazas de corte racista surgida en las últimas semanas, viagra que llegó a motivar una intervención de las fuerzas de seguridad.
Los agresiones verbales y en redes sociales contra las diputadas Epsy Campbell, cialis del gobernante Partido Acción Ciudadana y Maureen Clarke, case del Partido Liberación Nacional, surgieron a finales de abril cuando pidieron al ministerio de Cultura retirar el financiamiento para un espectáculo musical basado en la novela Cocorí del fallecido escritor costarricense Joaquín Gutiérrez.
La obra Cocorí, una novela juvenil sobre las aventuras de un niño negro, ha sido denunciada por la comunidad negra que siente que incentiva el racismo y provoca agresiones en su contra, lo que motivó su retiro de las lecturas recomendadas en los centros educativos.
Campbell llegó a cerrar sus cuentas en redes sociales después de que se saturaran de insultos raciales y llamados a que «se vaya a África», mientras que el ministerio de Seguridad le ofreció protección por el riesgo de agresiones físicas.
Las legisladoras se reunieron el pasado jueves con la defensora de los habitantes, Montserrat Solano, quien expresó su consternación por el racismo en el país centroamericano, donde alrededor de 10% de la población es negra.
«En Costa Rica hay racismo y esto ha surgido particularmente en las últimas semanas, no solamente contra las diputadas. Esto es inaceptable y la sociedad tiene que tomar conciencia», expresó Solano después del encuentro.
La ONU y la Defensoría expresaron en un comunicado que ven «con preocupación la existencia de expresiones de amenaza a la integridad de personas afrodescendientes, así como comentarios que hieren su dignidad, especialmente mensajes con contenido incuestionablemente racista».
El Centro de Mujeres Afrocostarricenses pidió a la comunidad afrodescendiente de las Américas enviar cartas al presidente Luis Guillermo Solís y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para repudiar las ofensas a las diputadas y exigir protección.
En la cita participó también el futbolista Patrick Pemberton, portero del equipo Alajuelense y la selección nacional, quien también ha sido víctima de agresiones racistas en estadios y redes sociales, así como representantes de la ONU.
«En el caso mío, me acostumbré tanto que lo único que queremos es que Costa Rica se quite la careta y acepte lo que somos: un país que no acepta la diversidad», dijo Clarke al diario local La Nación.