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Dos leyes de aguas

Luis Francisco López *

Lo importante en las leyes redactadas por la oligarquía no se encuentra en sus primeros artículos, sildenafil que por lo general, case contienen el “para qué” de una ley, order es decir, fines, principios y objeto de la nueva normativa, pero por absurdo que parezca, lo vertebrador se encuentra en las normas de orden procedimental, o bien, en las disposiciones transitorias, ahí se halla el verdadero “para quien” que constituye la razón de ser para las susodichas leyes!

Esta es la suerte de la Ley Hídrica propuesta desde el ENADE, cuya primera aparición pública fue en marzo de 2013, ahí las derechas partidarias ARENA, PCN, GANA, PDC y CD la introducen para frenar la discusión y aprobación de la Ley General de Aguas, cosa que lograron durante más de un año. Ahora que la discusión comenzaba de nuevo, aparece la ANEP presentando en su ENADE exactamente la misma ley, pero ahora la intención es otra: mercantilizar el agua, con una Autoridad Hídrica S.A. de C.V.

La estrategia está en crear un ente autónomo denominado “Autoridad Hídrica”, dicha entidad estaría gobernada exclusivamente por siete personas, dos serán empleados de tercer nivel representantes del gobierno y las restantes cinco personas deben estar vinculadas a instituciones de derecho privado, entre ellas tres gremiales empresariales. La idea de una entidad autónoma no es ni buena ni mala, pero la necesitan. Ahora que perdieron el Ejecutivo y la posibilidad de introducir el agua dentro de los Asocios Públicos Privados, una “Autónoma” es la única figura jurídica que permite la incorporación de la ANEP en la gestión de un bien común que pretende ser mercantilizado.

Pues bien, a esta entidad gobernada por privados y según las disposiciones transitorias de la Ley Hídrica, el Estado deberá asignarle para comenzar no menos de un millón de dólares (Art. 136); le quitará a la ANDA todo el personal técnico y gerencial para subordinarlos a la nueva Autoridad Privada del Agua (Art. 141); en realidad toda persona que use agua quedará ahora subordinada a dicha entidad, incluso, las que poseen pozos artesanales para fines domésticos, Juntas de Agua con todo y sus sistemas e inmuebles incluidos, así como todos los Distritos de Riego deben reportarse a la nueva Autoridad Hídrica (Art. 137) pues sus permisos actuales de uso expirarán por ministerio de ley y deberán obtener nuevos permisos (Art. 138), lo cual se regirá por la figura del Contrato Mercantil, al cual accede únicamente quien tiene el dinero para pagar. Finalmente, no podía faltar, que ésta “Autónoma” identificará todos servicios de agua que sean prestados y los expropiará sí así lo considera “conveniente”, léase económicamente rentable (Art. 139). En buenas cuentas en esto “transitorio” está lo “definitorio” de la ley, y su entrada en vigencia derogará el Derecho Humano al Agua.

Existe otra ley, una que no es privatizadora, donde el agua es un Derecho Humano, que garantiza una gestión pública y participativa, que pretende la protección y conservación de ecosistemas, se llama Ley General de Aguas, es apoyada por varias organizaciones, usuarios de agua, comunidades cristianas y por el Gobierno del FMLN… esa es la ley bloqueada por la oligarquía. Prueba irrefutable que la denuncia dalteana sigue vigente!

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