Miami/AFP
Al menos dos personas fueron asesinadas y otras 14 heridas en la madrugada del lunes durante una fiesta para adolescentes en una discoteca de Fort Myers (Florida), seis semanas después de la peor masacre de la historia reciente de Estados Unidos en un club nocturno gay.
«Se confirmaron dos muertos y al menos de 14 a 16 personas heridas», algunas de ellas graves, indicó en un comunicado la Policía de Fort Myers, una ciudad del sur de Florida, que además precisa que el incidente tuvo lugar el lunes cerca de las 00:30 de la madrugada de este lunes, hora local, en el estacionamiento de la discoteca Club Blu.
Las circunstancias del nuevo tiroteo seguían sin estar claras este lunes de mañana. La policía local anunció al alba que la zona había sido aislada, mientras los investigadores aún trataban de «determinar lo que había ocurrido».
La policía informó de otros disparos vinculados a esta caso en una casa no alejada del club, donde «hubo un herido leve». Tres personas fueron detenidas temprano en la mañana y estaban siendo interrogadas, según la policía de Fort Myers.
Varias calles de la ciudad estaban cerradas a la circulación la mañana del lunes.
«Estamos totalmente desolados por todos los afectados. Queríamos ofrecer a los adolescentes lo que pensábamos que era un lugar seguro para divertirse», escribió la discoteca Club Blu en Facebook, que precisó que los jóvenes presentes en el local tenían entre 12 y 17 años.
Fiesta para adolescentes
«Era una fiesta para jóvenes adolescentes. Había unos niños. El pequeño que yo tenía sobre las rodillas, tenía 14 años, fue herido de bala», dijo al canal ABC News, Tatian Nouhaioi, un habitante del barrio.
«Y también había una niña que recibió un balazo y ella tenía 13 años. La hija de uno de los vigilantes fue herida de bala, eran niños de 13, 14, 15, 16 años», lamentó.
«Fue cuando el club estaba cerrando y los padres venían a buscar a sus hijos (…) que todo pasó», explicó Club Blu en su Facebook.
«Había vigilantes armados así como una seguridad completa al interior» del local, precisó.
«No habríamos podido hacer nada porque no fueron los jóvenes de la fiesta los que cometieron el acto despreciable», añadió el club.
Las imágenes de ambulancias transportando heridos y los cordones de policía que impedían el acceso al club, recordaron la masacre del 12 de junio perpetrada por un hombre que se declaró parte del Estado Islámico dentro de un club gay en Orlando, Florida, dejando 49 muertos y 53 heridos, en el tiroteo más mortífero en la historia de Estados Unidos.
Los frecuentes tiroteos han sacudido a Estados Unidos, donde las muertes por armas de fuego ascienden a 90 por día.
El debate sobre las armas se reavivó después de los atentados de Orlando y San Bernardino, en California, el 2 de diciembre de 2015, que provocó 14 muertos, pero son avances notables en un país donde el derecho de portar armas es parte de la Constitución.