Jerusalén/AFP
Dos palestinos mataron el lunes a una joven y a un soldado israelíes en sendos ataques con cuchillos, treatment que avivan el ciclo de violencia en los Territorios Palestinos e Israel, mientras que este martes un joven palestino fue muerto por soldados israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó a última hora de la tarde una reunión de urgencia con varios responsables de seguridad, según los medios israelíes. Netanyahu pidió un refuerzo de los efectivos de seguridad, así como la destrucción de «las casas de los terroristas», indicó a la AFP su entorno.
Un video del ataque perpetrado en la Cisjordania ocupada muestra a un conductor lanzando su coche contra una parada de autobús cerca de los asentamientos de Gush Etzion, al sur de Jerusalén. Tras fracasar en su intento, este conductor palestino descendió de su vehículo y persiguió a sus víctimas a pie.
Según la policía, el hombre mató a cuchilladas a Dalia Lemkus, una mujer de 25 años originaria de la colonia de Tekoa, e hirió a dos hombres de 26 y 50 años.
Un guarda armado hirió de gravedad al atacante, que los servicios de seguridad palestinos identificaron como Maher Hamdi al Hashlamon.
La Yihad Islámica, que presentó a este hombre como uno de sus miembros, calificó el ataque de «respuesta del pueblo palestino a la ejecución del mártir Jeir Hamdan», un árabe israelí muerto a manos de la policía el sábado en el norte de Israel durante una detención.
«Una guerra»
«Aquí se está llevando a cabo una guerra», declaró Avi Rohe, presidente de la principal asociación de colonos de Cisjordania, Yesha, a la cadena de televisión Channel 2.
La ampliación de los asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino es una de las principales causas de tensión.
Horas antes de este ataque, un palestino de 17 años apuñaló al sargento israelí Almog Shilony, de 20 años, cerca de una estación ferroviaria de Tel Aviv. El militar finalmente no pudo sobreponerse de las heridas.
Tras una breve persecución, se logró detener al agresor, originario de un campo de refugiados de Naplusa, en el norte de la Cisjordania ocupada, quien había entrado ilegalmente en Israel, según la policía.
Estados Unidos condenó esta serie de apuñalamientos e instó a israelíes y palestinos a reducir la tensión.
«Es absolutamente necesario que ambas partes tomen las medidas necesarias para proteger a los civiles y reducir tensión», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Tel Aviv se había mantenido hasta ahora a salvo de la violencia que sacude desde el verano Jerusalén Este, anexionada y ocupada por Israel, y Cisjordania.
En total, la violencia ha dejado diez muertos desde julio. La ciudad santa está inmersa desde entonces en una espiral de violencia diaria entre jóvenes palestinos y policías israelíes desplegados masivamente.
Un joven palestino murió este martes a manos de soldados israelíes en Hebrón, en la Cisjordania ocupada, en enfrentamientos que hacen temer un regreso de los grandes levantamientos populares palestinos.
Imad Jawabreh, de 22 años, falleció al recibir varios disparos en el tórax, según fuentes de seguridad y médicos palestinos.
«Días difíciles»
Los disturbios se extendieron el fin de semana a las ciudades árabes de Israel después de que la policía abatiera a Jeir Hamdan, un joven que protestaba por el arresto de un familiar. Su pueblo, Kafr Kana, vivió de nuevo este lunes enfrentamientos entre árabes israelíes y policías, al igual que en otras localidades árabes del norte y del sur.
Las imágenes de la muerte de Hamdan, de 22 años, cuestionan la versión de la policía según la cual este suponía un peligro. El video muestra que los agentes lo abatieron con varios disparos por la espalda.
El ministro israelí de Seguridad Interna, Isaac Aharonovich, volvió a defender a los policías, tras haber dedicado duras palabras a los agresores.
«Doy mi apoyo total a los policías que actuaron para defenderse y neutralizar una amenaza», aseguró.
Los árabes israelíes, al igual que los palestinos, denuncian por su parte una ejecución «a sangre fría» y dicen tener pocas esperanzas en la investigación abierta por el ministerio israelí de Justicia.
Los árabes israelíes, que representan más de 1,4 millones de personas, son los descendientes de los 160.000 palestinos que se quedaron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948. Esos ciudadanos, que suponen el 20% de la población, se quejan de sufrir discriminación por parte de los judíos.
«Atravesamos días difíciles», dijo el presidente israelí, Reuven Rivlin, para quien este período exige «fuerza y unidad frente a los terroristas que estiman que Jerusalén es ilegal, Tel Aviv es ilegal y Gush Etzion es ilegal».
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Fotografía. Un joven palestino enmascarado lanza una bomba de fuego a fuerzas israelíes en el centro de Belén, este martes. (Foto Diario Co Latino/AFP/Musa Al Shaer)