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Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
En el marco de una serie de ataques, que han dejado como saldo dos policías y tres efectivos militares fallecidos este domingo en distintos hechos, la mañana del lunes, otros dos elementos policiales resultaron heridos luego que un “carro bomba”, estallara en la urbanización Montes de San Bartolo III, en el municipio de Soyapango.
Según detalló la Policía Nacional Civil, un agente y un subinspector llegaron a la zona, tras ser alertados sobre el abandono de un vehículo en una cancha de la referida localidad, el cual contenía en su interior un cadáver, al proceder a intervenir el automotor, este explotó. Fuentes policiales indicaron que los lesionados se encuentran fuera de peligro. Tras el ataque, la PNC inició un dispositivo de búsqueda de presuntos autores, reportando la captura de un miembro de pandillas, quien presumen estaría vinculado al atentado, habiéndole incautado un teléfono celular, unos binoculares y un cargador para arma de fuego.
Ataques a policías y militares
Este domingo 28 de abril, en una arremetida de los grupos pandilleriles en contra de los cuerpos de seguridad, fueron asesinados dos policías y tres efectivos militares en diferentes hechos y distintos puntos del país. En la ciudad de San Miguel, el sargento de la PNC, Pedro Galeas Crespo fue ultimado con arma de fuego cuando se encontraba en una cancha del Barrio Concepción, de San Miguel. De igual forma, Walter Anaya Lima, agente policial que se encontraba de licencia, fue asesinado en la colonia Las Mercedes, municipio de Sonzacate, departamento de Sonsonate, cuando departía con un grupo de amigos. El soldado William Alexander Rosa Mendoza, fue asesinado con arma blanca, en la colonia El Carmen, cantón Los Magueyes, del municipio de Ahuachapán. También, el militar identificado como Juan José Henríquez Pérez, fue ultimado con arma de fuego en el cantón El Limón, municipio de Santa Tecla.
El domingo por la noche, William Alfredo Sarceño Sandoval, soldado destacado en el Batallón Especial de seguridad militar en San Salvador, fue asesinado en su residencia ubicada en el cantón El Junquillo, de Ahuachapán.
El común denominador de los ataques, según indican fuentes policiales, es que todos los hechos han sido cometidos por presuntos pandilleros y todas las víctimas se encontraban de licencia cuando fueron atacadas.
Las estadísticas policiales señalan que quince elementos policiales han perdido la vida en lo que va del año, doce se encontraban de licencia y tres en servicio, asimismo, diez militares han sido asesinados, nueve de ellos mientras estaban de licencia y uno en servicio.
