United Nations / AFP
Las banderas ondeaban a media asta el lunes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York por la muerte de 21 funcionarios de la organización en el accidente de un avión de Ethiopian Airlines.
«Este es un día triste para muchos alrededor del mundo, y para la ONU en particular», dijo el secretario general Antonio Guterres en la apertura de la reunión anual sobre derechos de las mujeres en la Asamblea General, tras pedir un minuto de silencio en honor de las víctimas.
Embajadores de la ONU también comenzaron una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Afganistán con un minuto de silencio para las víctimas del vuelo ET302, que se accidentó el domingo poco después de despegar de Adis Abeba. Las 157 personas abordo del Boeing 737 MAX 8 fallecieron.
Entre los muertos había muchos que viajaban a una conferencia sobre medio ambiente de la ONU en Nairobi.
«Una tragedia mundial ha golpeado en casa, y las Naciones Unidas están unidas en su dolor», afirmó Guterres en la comisión sobre el estatus de la mujer.
«Estamos trabajando estrechamente con funcionarios gubernamentales en el terreno, movilizando asistencia, asesoramiento psicológico y el apoyo que sea necesario durante este momento difícil», agregó.
En un comunicado, Guterres, dijo estar «profundamente entristecido por la trágica pérdida de vidas», a la vez que envió condolencias a Etiopía y a los familiares de los fallecidos.
«Naciones Unidas está en contacto con las autoridades de Etiopía y trabajando de cerca con ellas para establecer los detalles del personal de la ONU que perdió su vida en la tragedia», siguió el texto.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para la Migración (OIM), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA, cuya sede está en Nairobi) perdieron funcionarios en el accidente.
En un comunicado en Ginebra el director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Antonio Vitorino, expresó que «la tragedia está afectando profundamente a toda la familia de la ONU»
El director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, quien confirmó que siete miembros de su personal habían fallecido, dijo: «Mientras vivimos el luto, reflexionemos que cada uno de estos colegas del PMA estaba dispuesto a viajar y trabajar lejos de sus hogares y seres queridos para ayudar a que el mundo sea un mejor lugar para vivir «.
En un comunicado, el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU con sede en Ginebra, Filippo Grandi, no confirmó la cantidad de colegas entre los muertos, pero dijo que su agencia había sufrido una «gran pérdida».
«Intérpretes independientes» que asistían a una conferencia de las Naciones Unidas sobre el medioambiente programada para los días 11 y 15 de marzo en Nairobi, también estaban en el avión, había dicho un poco más temprano otra fuente, que había cifrado inicialmente en al menos una docena los fallecidos afiliados al organismo multilateral.
Kenia, adonde se dirigía el vuelo, vivía un doble duelo: por una lado, con 32 nacionales a bordo, es el país más afectado por la tragedia y por otro, Nairobi, su capital, es la sede regional de Naciones Unidas, muy afectada por la catástrofe.
La tragedia estaba en la mente de todos el lunes en la inauguración de la conferencia anual del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que tiene su sede en la capital keniana: se retiraron las banderas de los países miembros de la organización y se izó a media asta la bandera de Naciones Unidas.
Varias personas que debían participar en esta reunión iban a bordo del avión.