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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
A tres años de haber asumido la presidencia de la República, Nayib Bukele, el 56.5% de la población consideró que el área económica es la más débil del gobierno, seguido de Relaciones Internacionales con 34.8%, así lo reveló la más reciente encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
El director del CEC, Oscar Picardo, explicó que el punto débil de este gobierno es el aspecto económico, sin embargo, lo muy fuerte es seguridad, salud y educación, esa trilogía desde el inicio del gobierno se ha manejado, sobre todo en el contexto de la pandemia por el COVID-19, con la construcción del Hospital El Salvador y la campaña de vacunación.
“Las acciones del gobierno de Bukele como los $ 300 y las canastas alimentarias que se entregaron en pandemia, los $ 30 de la Chivo Wallet, entregas de laptop y tablets, creación de Chivo Pets, el Estado de Excepción y sus capturas, y mejora en los servicios de salud está impactando en más del 50% de la población, que es la gente de más escasos recursos económicos y con menos escolaridad”, detalló.
Asimismo, dichos factores contribuyeron a consolidarse en esa base socioeconómica, sin dejar de lado el bombardeo comunicacional muy fuerte a través redes sociales, remarcando aspectos positivos del gobierno, lo cual ha calado mucho en la población.
“Hay un 50% de la población que es la gente de menores recursos las que tienen un apoyo incondicional hacia el gobierno, es a quien ha conquistado Bukele y ve los beneficios, son quienes están apoyando su política y manifiestan que está gobernando para el pueblo con mayores necesidades”, externó.
Una de las principales políticas del presidente Bukele ha sido la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, pero en su mayoría, el 62.3% prefieren el dólar, sigue siendo rechazado por la gente, sólo 2 de cada 10 personas apoya la iniciativa de la criptomoneda.
Para Picardo, no está claro si las capacidades e ideas del presidente en torno a la economía podrán resolver los problemas futuros de aislamiento, riesgos, endeudamiento y promesas por cumplir, las remesas tienden a disminuir y la balanza comercial está desequilibrada.
En cuanto al rumbo del país el 71.2% afirmó que va bien, 21.3% no le queda claro y 6.5% va muy mal. Asimismo, el 41.4% definió los 3 años de gestión del presidente Bukele como un gobierno que está trabajando 24/7; el 31.2 que está cumpliendo sus promesas y el 10.9% que no tiene planes, pero resuelve.
Otro de los aspectos evaluados en la encuesta de la UFG es la Asamblea Legislativa, a este Órgano de Estado la población consultada le otorgó de nota 7.09 y a la bancada Cyan 7.17; pero al preguntar por los nombres de los diputados Guillermo Gallegos es el más conocido por la población, seguido de Portillo Cuadra, el único que se reconoce de manera individual es Ernesto Castro.
El estudio reveló que la ciudadanía no conoce a los legisladores de Nuevas Ideas, identifica al partido del presidente y asocia a todos sus diputados por su bandera partidaria, ya que el mandatario transfiere y genera una especie de espectro y logrando un resultado positivo para la Asamblea y la Bancada Cyan. En el pasado la gente lograba identificar buenos y malos ministros.
Según un análisis publicado por Disruptiva, en este gobierno todas las herramientas burocráticas tradicionales, los controles de transparencia y los debates políticos de contrapesos han desaparecido por el control total que posee el Ejecutivo; no hay barreras, no hay necesidad de debate en la Asamblea Legislativa para aprobar un decreto o reforma, todo está perfectamente alineado; hasta el sistema de justicia está en sintonía o corregido por el presidente.
Se ha creado una atmósfera enrarecida, pautada por el miedo y la nueva estética del presidente, sus escenografías son impecables y cuenta con un equipo de producción al mejor estilo de Hollywood, mientras que, la maquinaria mediática, sobre todo en redes sociales, está controlada por la narrativa gubernamental.
Parte de la estrategia comunicacional de este gobierno ha sido atacar y destruir a los medios tradicionales y a la oposición, hasta llegar a un nivel de nula incidencia y de baja confianza, YouTube y TikTok son la clave, Twitter es un espejismo. No es el gobierno, la Asamblea Legislativa, ni mucho menos las políticas o programas que se están ejecutando las cuales están impulsando esta transformación, es solamente la personalidad histriónica del presidente Bukele.
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