Por Paola López
Quito/AFP
Ecuador, sovaldi que prevé demandar a entidades de Estados Unidos por extraer sin consentimiento sangre de indígenas huaorani para fines investigativos, sostiene que el Instituto Coriell vendió ADN de esos nativos amazónicos a ocho países, señaló este viernes una vocera del gobierno de Rafael Correa.
Esas naciones son Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos, India, Italia, Japón y Singapur, de acuerdo con la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), que investigó el caso por encargo del gobierno tras la denuncia de la nacionalidad huaorani en 2010.
Coriell, con sede en Nueva Jersey, noreste de Estados Unidos, «vende a otra serie de investigadores y de instituciones. El punto es que Coriell termina vendiendo esto a ocho países al menos», dijo a la AFP la subsecretaria (viceministra) de Educación Superior, María del Pilar Troya.
El caso de los huaorani también involucra a la petrolera Maxus, que dejó de operar en Ecuador en los años 1990, y a la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, ambos de Estados Unidos.
A mediados de junio, Coriell afirmó a la AFP que en 1991 recibió de un investigador, que no identificó, «un solo tubo» que contenía una «línea celular linfoblastoide establecida a partir de una muestra de sangre de un individuo huaorani».
La muestra fue entregada por un investigador de Harvard, de acuerdo con la Senescyt.
«Entre 1994 y 2008, ante pedidos de investigadores de ocho países, Coriell distribuyó siete culturas celulares y 36 muestras de ADN de esa línea para propósito exclusivo de investigación científica», indicó el organismo, según el cual «no tuvo beneficios relacionados con la recepción, almacenamiento o distribución» de la muestra.
El Instituto Coriell añadió que la muestra fue cultivada para producir células, de las que se extrajo ADN, antes de ser retirada en 2010, por lo que ya no está disponible para investigaciones.
Sin embargo, la subsecretaria enfatizó que «esa (línea celular) la vendieron con fines investigativos».
«Se detectó que desde fines desde los años 1960 hasta la actualidad, en total había 3.500 procedimientos (de toma de muestras) de distinto nivel», dijo.
Según la funcionaria, «a los huaorani les extrajeron muestras de sangre. En algunos casos también de tejidos y apenas el 20% firmó algún tipo de consentimiento».
El caso fue denunciado por Ecuador en 2012. Hace dos semanas, el presidente Correa dijo que «no existe ninguna ley federal de los Estados Unidos que provea un fundamento jurídico para la demanda en cortes contra Coriell, Maxus o los investigadores» de Harvard.
Sin embargo, Correa enfatizó que Ecuador persiste en su decisión de demanda.
El presidente sostuvo que la sangre fue sometida a «experimentos» debido a que los huaorani, que hasta hace décadas no mantenían contacto con la civilización, son «inmunes a ciertas enfermedades».
La nacionalidad huaorani actualmente está integrada por unas 3.000 personas, según organizaciones indígenas. De ella sobreviven los clanes taromenane y tagaeri, los dos únicos pueblos nómadas aún en aislamiento voluntario que se mueven en una amplia zona selvática.