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Quito/AFP
El expresidente de Ecuador Rafael Correa se proclamó «principal opositor» de Lenín Moreno y advirtió que se retirará del partido oficialista si el actual mandatario se hace con su control.
«Hace rato que soy opositor al gobierno (…) Su principal opositor, un expresidente al otro lado del planeta, sin secretaria, sin oficina, defendiéndose con un iphone por redes sociales», aseguró Correa en una rueda de prensa en Quito.
Correa (2007-2017), que reside en Bélgica, volvió el pasado sábado a Ecuador para enfrentar lo que denomina una «traición» de Moreno, su exaliado y ahora enemigo político, y para participar el domingo en la convención de Alianza País, el poderoso movimiento en el poder desde 2007, ahora dividido entre ‘morenistas’ y ‘correístas’.
Ambos bandos han nombrado sus propios presidentes y directivas, y los ‘correístas’ han convocado la Convención, a la que asistirá Correa, desconocida por los ‘morenistas’.
La entidad encargada de dirimir las disputas en el seno del movimiento es el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que deberá pronunciarse en las próximas semanas al respeto.
«Nosotros vamos a ganar la convención, las bases están con nosotros, pero obviamente ellos manejan el poder y pueden, lo que pierdan democráticamente, ganarlo en arreglos bajo la mesa en las diferentes instancias», señaló el exmandatario.
«En ese caso, no sé si formaré otro partido político, pero tendría que retirarme de Alianza País, porque no podría prestarme a ser cómplice de la destrucción de la revolución ciudadana», advirtió, al tiempo que denunció la existencia «de pactos secretos previos» de Moreno -quien fue su vicepresidente entre 2007 y 2013- con la oposición.
Correa volvió asimismo a cargar contra la decisión del miércoles de Moreno de convocar por decreto una consulta popular sin esperar al dictamen de la Corte Constitucional.
Moreno, que alegó que la Corte había superado el plazo de 20 días para pronunciarse, propuso siete preguntas para la consulta, entre ellas una para suprimir la reelección indefinida aprobada por Correa y otra para reestructurar el órgano creado por el expresidente para designar a las autoridades de control.
El expresidente sostuvo que «no ha fenecido el plazo» y recordó que la Corte tenía previsto pronunciarse la semana que viene.
«Está en marcha un verdadero golpe de estado, se está rompiendo la Constitución (…) Se van a tomar todas las acciones legales, se van a poner todos los recursos para parar esta barbaridad», sentenció.
Correa expresó además que «después de esto no puede haber ningún acercamiento (con Moreno)» y descartó la posibilidad de volver a residir en Ecuador «en los próximos años».
