Por Jorge Luna?Montevideo/PL
Redacción Internacionales
Ecuador denunció el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) porque, medical a lo largo de varias décadas, help no arrojó beneficios para los pueblos de la región, sick explicó la ministra ecuatoriana de Defensa, María Fernanda Espinosa.
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), también llamado Tratado de Río, es un pacto de defensa mutua interamericano firmado el 2 de septiembre de 1947 en Río de Janeiro. El área geográfica de acción del tratado, comprende a América y 300 millas a partir de la costa, incluyendo la región entre Alaska, Groenlandia, en el norte, y en la zona ártica hasta las islas Aleutianas. En el sur las regiones antárticas, y los islotes de San Pedro y San Pablo y la Isla de Trinidad (detallado en artículo 4 del Tratado).
Según el artículo 3.1 en caso de (…) un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
El TIAR, que ya tiene tantas décadas de funcionamiento sin resultados concretos ni beneficios para nuestros pueblos y el balance geoestratégico, fue un instrumento que respondió a un momento que ya no existe, precisó ante una pregunta de Prensa Latina.
Consideramos que hay otras instancias de cooperación que se deben privilegiar, tanto a nivel de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sostuvo.
Espinosa planteó que «los escenarios son distintos. El escenario de riesgo y amenaza para nuestra región es diferente». La geopolítica regional hace del TIAR un acuerdo totalmente anacrónico para el momento que vivimos, acotó.
Por lo tanto, hemos privilegiado una cooperación horizontal, cooperación sur-sur, y una integración construyendo una región latinoamericana y del Caribe basada en la cultura de paz, subrayó.
Espinosa suscribió aquí un acuerdo de cooperación con el ministro uruguayo de Defensa, Eleuterio Fernández, con quien -dijo- analizó «el escenario de riesgos y amenazas para nuestros países y nuestra región y el nuevo rol multipropósito que deben jugar nuestras fuerzas armadas».
Fernández afirmó que hay un ramillete casi infinito de caminos que se abren en el espacio de la defensa para mucha colaboración entre los países hermanos de América latina y el Caribe.
Ambos titulares explicaron los alcances de sus coincidencias en una Declaración Conjunta distribuida en conferencia de prensa, en la que Espinosa enumeró las principales tareas a cumplir.
«La batalla principal es para erradicar la pobreza y la desigualdad en la región y aportar desde la defensa al ejercicio de la soberanía plena en todos los ámbitos», dijo.
Aclaró que no se trata solamente de la soberanía territorial sino también soberanía tecnológica, del conocimiento y del manejo y administración de «nuestros recursos naturales estratégicos para el futuro».
La ministra ecuatoriana, quien mañana viajará a Buenos aires para reunirse con su colega argentino, Agustín Rossi, destacó otros retos, como la reciente declaración de América Latina y el Caribe como una zona de paz y la construcción de una cultura de paz y una visión compartida de defensa.
También se refirió a la defensa cibernética, a raíz del espionaje global, y planteó la necesidad de que los países de la región se protejan en el marco de Unasur.
La Declaración Conjunta incluye el apoyo uruguayo para que Quito sea sede permanente de la Escuela Suramericana de Defensa del Consejo de Defensa Suramericano, organismo que sesionara el venidero día 14 en Suriname y que Uruguay presidirá a partir de agosto próximo.