Quito / AFP / TelesurTv
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó el jueves el «estado de excepción» en todo el país ante fuertes protestas sociales que se registran por el alza de hasta 123% en los precios de combustibles.
Ecuador amaneció este jueves con fuertes protestas y un paro nacional de transporte en rechazo a las reformas económicas implementadas por el Gobierno del presidente Lenín Moreno.
Los manifestante rechazan la eliminación del subsidio para el consumo de combustible y liberación de los precios del diesel y las gasolinas, entre otras medidas que consideran afectan a los más vulnerables.
El miércoles, tras el anuncio de Moreno, los transportista ofrecieron declaraciones a la prensa y expresaron su inconformidad.
Asimismo, se han sumado a la jornada de movilizaciones los docentes, estudiantes y organizaciones sociales que reclaman sea derogado el «paquetazo económico».
De acuerdo con reportes en las redes sociales, algunos manifestantes en Quito avanzan en su recorrido y se dirigen a Carondelet, Palacio de Gobierno.
«Con el fin de precautelar la seguridad ciudadana y evitar el caos, he dispuesto el estado de excepción a nivel nacional», dijo el mandatario a la prensa tras liderar una reunión de gabinete en Quito.
La medida estará vigente durante 60 días, lo que permite la Constitución antes de extenderla por otros 30.
Bajo el estado de excepción se puede establecer al territorio ecuatoriano como zona de seguridad, suspender o limitar derechos como el de la libre movilidad o imponer la censura previa para la prensa. También autoriza al gobierno a emplear a militares y policías en el control público y disponer el cierre de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos.
El gobierno de Moreno está en el centro de la ira popular por cuenta del desmonte de los subsidios al diésel y la gasolina en función de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que condujeron a un incremento de la tarifas de hasta el 123%.
El mandatario enfrenta las primeras consecuencias del convenio que suscribió con el FMI en marzo para obtener créditos ante el elevado endeudamiento público de la dolarizada economía.
Moreno avisó a los manifestantes que no permitirá «imponer el caos».
«Ese tiempo ya pasó, ese tiempo se acabó. Debemos abandonar esa costumbre que linda con lo miserable, de tratar de imponer criterios y peor todavía con actos vandálicos y actos de violencia», agregó.