Quito/WashingtonAFP
Ecuador está dispuesto a albergar el proceso de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN, search guevarista), cuyos delegados ya se reunieron en el país, dijo el presidente Rafael Correa.
«Si esas conversaciones de paz con la guerrilla, el ELN, desean realizarse en territorio ecuatoriano, pues estamos dispuestos a dar todas las facilidades para aquello», declaró el gobernante a la prensa en el puerto de Guayaquil (suroeste).
Añadió que «hace varios meses, obviamente de manera extremadamente confidencial, se realizaron en Ecuador conversaciones» entre el gobierno colombiano y el ELN, y «nosotros estamos dispuestos a dar las facilidades, a dar todo nuestro aporte para continuar con esos diálogos».
Correa precisó que las conversaciones secretas se habían dado en la provincia andina de Imbabura (norte y cerca de la frontera con Colombia).
«Este ha sido el inicio de las conversaciones de paz con la segunda guerrilla más importante de Colombia», enfatizó.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos anunció el martes la apertura del proceso de paz con el ELN, el cual se suma al que ya avanza con los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana para poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
«El gobierno nacional y el ELN han iniciado una fase exploratoria de conversaciones el pasado enero de 2014, luego de una serie de contactos y reuniones que tuvieron lugar desde el año 2013. El objetivo es acordar la agenda y el diseño del proceso que haga viable el fin del conflicto, y la construcción de la paz», dijeron las partes en un comunicado publicado por la presidencia colombiana.
También agradecieron a Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela por «el compromiso que han expresado en el acompañamiento y garantías de este proceso».
La paz, vocación de América Latina
«Lo he dicho y lo repetiré: yo creo que los inicios de los diálogos de paz en Colombia, por iniciativa del presidente Santos, por voluntad política del presidente Santos, han sido la noticia más importante en América Latina, al menos en la última década», dijo Correa.
El conflicto colombiano «ha costado demasiada sangre. A nosotros nos ha costado sangre y una inmensa cantidad de recursos, tenemos a 10.000 ó 12.000 hombres en la frontera (con Colombia). En una frontera normal se necesitaría la décima parte de aquello», añadió.
El gobernante recalcó que «no se trata solo del interés de Ecuador, se trata de la vocación de paz que debe acompañar a ecuatorianos, colombianos y todos los latinoamericanos. Que se acabe la guerra en Colombia, y para eso Colombia, el presidente Santos, el pueblo colombiano sabe que cuentan con nuestro total apoyo».
En enero, Correa ofreció a Colombia su ayuda ante informaciones de prensa que apuntaban a que Quito podría acoger los diálogos con el ELN.
Entonces se reunió con Santos en Cuba, en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
«Hablamos por supuesto del proceso de paz y ratificamos la absoluta y total voluntad del Ecuador de servir a Colombia para esa paz en lo que sea necesario. Así que el presidente Santos y el pueblo colombiano pueden tener la seguridad de que aquí tienen a sus servidores, y en lo que podamos ser útiles para alcanzar la paz solo tienen que decírnoslo», manifestó en esa ocasión.
Sin precisar quiénes conforman cada una de las delegaciones o cuándo y dónde serán formalmente instalados los diálogos, el gobierno colombiano y el ELN además pidieron el apoyo del pueblo colombiano «para que se una al propósito común de lograr el fin del conflicto».
El grupo rebelde guevarista, con unos 2.500 combatientes en sus filas según el Ejército, es la segunda guerrilla de Colombia, después de las FARC, que cuenta con unos 8.000.
El conflicto armado que azota a Colombia desde hace medio siglo ha dejado al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados por la violencia.
Visión de paz
Al confirmar los acercamientos con el ELN, el presidente de Colombia Manuel Santos, aseveró que «este esfuerzo de paz responde a la visión de una paz integral que ha venido promoviendo mi gobierno», en una breve declaración televisada.
El mandatario dijo que las condiciones que se pondrán al ELN para dar «inicio a una mesa formal de negociaciones» serán similares a las exigidas a las FARC: «con dejación (abandono) de armas (…), en el exterior, sin cese al fuego bilateral y sin desmilitarizar ningún tipo de territorio».
El comunicado insistió en la «voluntad recíproca» de las partes de establecer una mesa de negociaciones que lleve a «la firma de un acuerdo final» y dijo que se dará a conocer periódicamente los alcances y resultados de esta fase exploratoria.
«La agenda de conversaciones incluirá los puntos de víctimas y participación de la sociedad. Los demás temas están por acordar», señaló el texto, en el que también se agradece a Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela por «el compromiso que han expresado en el acompañamiento y garantías de este proceso».
Sin precisar quiénes conforman cada una de las delegaciones o cuándo y dónde serán formalmente instalados los diálogos de paz, las partes pidieron el apoyo del pueblo colombiano «para que se una al propósito común de lograr el fin del conflicto».
«Una nueva oportunidad»
Tanto la delegación de las FARC en La Habana, como el delegado de Naciones Unidas en Colombia y la exsenadora Piedad Córdoba, mediadora para la liberación de rehenes de la guerrilla, saludaron inmediatamente el anuncio.
«Es una noticia muy importante para la paz en Colombia. Consideramos que es positivo y esperamos que se avance con espíritu de paz y no espíritu electoral», dijo a la AFP Andrés París, uno de los delegados de esa guerrilla.
Fabrizio Hochschild, jefe de la delegación de la ONU en Colombia, sostuvo que «este es un mensaje de una nueva oportunidad, es un asunto histórico, porque este asunto no vino así nomás, fue el resultado de meses y quizás años de negociaciones».
En tanto, Córdoba indicó que «comienza una ronda de contactos y de conversaciones para dar inicio a la construcción de una agenda que dé lugar a un proceso de paz con el ELN».
«Esta agenda que comienza en el punto de víctimas tiene un gran énfasis en la participación de la sociedad colombiana», dijo.
León Valencia, presidente de la fundación Paz y Reconciliación y exintegrante del ELN, consideró que «estamos cerca de una paz integral en la que participen todos los actores».
Valencia apuntó que posiblemente el expresidente Ernesto Samper (1994-1998) y el comandante guerrillero Antonio García estarían a la cabeza de cada una de las delegaciones, en declaraciones a periodistas en Bogotá.
Estados Unidos y OEA saludan diálogo «histórico»
La Organización de Estados Americanos (OEA) y el gobierno de Estados Unidos saludaron el miércoles el anuncio del inicio de diálogo de paz entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que el ente regional calificó de «histórico».
El secretario general de la entidad, José Miguel Insulza, apuntó que se trataba de un «anuncio histórico» en la senda abierta por las conversaciones en marcha entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El martes, el gobierno de Colombia anunció la apertura de una «fase exploratoria de conversaciones» ya desde enero de este año, para definir una agenda de negociación con el ELN.
Esta iniciativa, señaló Insulza en una nota oficial, «confirma que es realmente el momento para la paz en Colombia. Todos confiamos en que las partes involucradas trabajen duro y de buena fe para que estos procesos lleguen a buen puerto».
Insulza también acotó que la OEA «pone a disposición de Colombia todo el conocimiento, las lecciones aprendidas y la experiencia acumulada» para ayudar en los esfuerzos para alcanzar una paz duradera en ese país.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki expresó el apoyo estadounidense a las nuevas negociaciones.
«Estados Unidos apoya las negociaciones de paz en el esfuerzo del gobierno colombiano para acabar con décadas de violencia», dijo en una rueda de prensa.
Tras el anuncio del diálogo con el ELN, no se ha informado quiénes conformarían cada una de las delegaciones de negociación o dónde se realizarían esos encuentros.
El martes, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, reveló que su país, «de manera extremadamente confidencial», había servido de escenario a esas conversaciones exploratorias, y adelantó que estaba dispuesto a «dar facilidades» a las dos partes para la continuidad de ese proceso.
En apenas 18 meses de negociaciones, el gobierno colombiano y las FARC ya llegaron a acuerdos en tres de los seis puntos fundamentales de la agenda de negociación para poner punto final a un conflicto armado de medio siglo.
El gobierno colombiano y las FARC negocian directamente en La Habana, en un proceso que tiene como garantes a Cuba y Noruega, al tiempo que Venezuela y Chile se desempeñan como acompañantes.