Quito/PL
Las labores de recuperación tras el terremoto de 7, discount 8 grados del 16 de abril en Ecuador prosiguen hoy enfocadas en la atención a más de 29 mil personas necesitadas de albergue y el análisis de la infraestructura sobreviviente.
A más de una semana de la tragedia, generic ingenieros comienzan a recorrer las devastadas provincias de Manabí y el sur de Esmeraldas, a fin de diagnosticar y marcar las edificaciones que quedaron en pie, con vistas a su recuperación o demolición en caso de riesgo para la vida.
La gran mayoría de las 655 personas fallecidas hasta el momento, según datos oficiales, se encontraron en esos territorios, otras 17 mil 638 resultaron heridas, 48 continúan desaparecidas y los albergados son 29 mil 67.
A Manabí llegó la víspera el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con 23 toneladas de alimentos, productos para el aseo y cobijas para los afectados por el terremoto que su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, califica de la peor tragedia de este país en los últimos 70 años.
El jefe de Estado de Ecuador decretó el pasado sábado ocho días de duelo nacional en honor a las víctimas y esta semana la Asamblea Nacional deberá tramitar un proyecto de ley, remitido por el Ejecutivo, con medidas económicas temporales para ayudar a los damnificados.
La Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana por las Afectaciones del Terremoto tiene carácter de urgente en materia económica, e instituye la creación mecanismos de financiamiento para atender, ayudar y reconstruir las provincias afectadas.
De acuerdo con Correa, la primera etapa post desastre de garantizar la salud y la vida de los mayores perjudicados por el sismo se ha cumplido muy bien, de modo que las autoridades empezarán a avanzar en estos días hacia la de proporcionar mejores albergues a quienes lo perdieron todo.
La opción preferencial del gobierno será la de pagar a «familias acogientes» para que hospeden a damnificados, manifestó durante su más reciente rendición de cuentas al pueblo.
Al mismo tiempo, el mandatario aseguró que se construyen campamentos para albergar durante varios meses a quienes lo necesiten, mientras se reconstruyen los poblados en Manabí y el sur de Esmeraldas.