Patricia Meza
Redacción Diario Co Latino
Con los zapatos tan rotos como el alma, recorre cada cuadra del gran San Salvador, no vende cepillos de dientes o dulces, su venta va más alla de la esperanza y el amor.
Parecido a John Lennon, enamorado de la vida y comiendo cuando hay, el poeta ha decidido enfrentar las adversidades de este mundo en donde, solo Don Quijote de la Mancha podría salir victorioso al enfrentarse a los molinos de viento.
Su nombre se calza al pie de cada poema, muchos de ellos recitados a viva voz por su creador en los restaurantes o ventas de comida rápida, mientras los comensales disfrutan sus alimentos.
El precio de cada librito no supera el dólar y quien lo compra puede llevarse a casa una verdadera obra literaria y hasta firmada por el autor.
“Hola, mi nombre es edgar alfaro chaverri, soy un poeta salvadoreño y ando difundiendo parte de mi obra…”, así suena la breve presentación del poeta, cuando ofrece sus plaquettes: Alfiletero, Estrecharse con ternura, Noche bruja, Homenaje, Besoledad y amor, Poemas solidarios, Antología Esencial, ¡Hasta la poesía siempre!, Poemas del Camino, El Regreso del Poeta, Un sueño forjado alrededor de un nombre, Por los Senderos Iluminados de la U y otros poemas, y, Ven conmigo y otros poemas.
Y en narrativa El encanto de las cosas viejas,y, La más vieja y legendaria historia jamás contada.
Parece mentira, pero son ocho los libritos que recogen parte de la obra literaria de este sugestivo autor, porque nos sugiere tácita e implícitamente el amor hacia los libros, hacia la literatura, hacia la cultura, y es que los poemas del edgar, como él lo escribe, cuentan parte de su vida, pero sobre todo de su fe y sus convicciones.
Las calles silenciosas, sucias y humedecidas por la lluvia se han convertido en aliadas de alfaro chaverri, quien mochila al hombro, cavila de regreso a casa, a la espera de que un día, la rosa de los vientos le eleve y le libere sin su obra, la que lega diariamente a la posteridad.
El caminar del poeta
Nació el 3 de junio de 1958, en San Salvador.
Fue miembro del legendario Taller Literario Xibalbá.
Sus poemas han sido premiados en diferentes certámenes literarios del país, destacándose el segundo lugar obtenido con Noche bruja en 1995 en los XVIII Juegos Florales Salvadoreños de la Casa de la Cultura de Zacatecoluca; así como la mención honorífica que recibiera con el poemario Por los senderos iluminados de la U y otros poemas en el Certamen Literario Roque Dalton, organizado por la UES en 1988; y, el segundo lugar obtenido con Ven conmigo y otros poemas en el I Certamen Literario Alfonso Hernández, organizado por ASTAC en 1990, el cual, según el Dr. Luis Melgar Brizuela, merecía el primer lugar.
Asimismo, en 2004 obtuvo el segundo lugar en los Primeros Juegos Florales de Soyapango, con su poemario titulado Un sueño forjado alrededor de un nombre.
Artesanalmente ha publicado Alfiletero, Estrecharse con ternura, Noche bruja, Homenaje, Besoledad y amor, Poemas solidarios, Antología esencial, ¡Hasta la poesía siempre!, Poemas del camino, El regreso del poeta, Un sueño forjado alrededor de un nombre, Por los senderos iluminados de la U y otros poemas, Ven conmigo y otros poemas, Arteletra, Poemas para cantar sin miedo, Capricho diamante luz, Subliminal, Palabras abandonadas a su suerte, Gaceta de latidos, Poemas para abrigar la noche, Poemas para/mar, y, Montaje. De igual manera, en narrativa ha publicado El encanto de las cosas viejas.
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