Diario Co Latino
“Sinceramente, yo quiero ser abogada”, dijo la adolescente Kenia Sofía Valladares al presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, con una determinación que causa asombro por sus apenas 14 años de edad, pero explicable por la fortaleza que impregna la adversidad a la gente valiente.
La aspiración de Kenia sonaría con absoluta normalidad en un hogar de clase media o alta, donde las posibilidades de alcanzarlas vienen garantizadas desde antes de la cuna, pero a ella la vida le golpeó con su rostro más duro desde muy temprano.
La escena transcurrió la mañana soleada y de mucho viento de este sábado 18 de marzo en la ex Residencia Presidencial, de la elegante colonia Escalón, donde el gobernante y la primera dama, Margarita Villalta de Sánchez, renunciaron a vivir durante su mandato de cinco años.
Convertida por ambos en centro promotor de la cultura y de encuentro con la sociedad con el programa Casa Abierta, alojó ese día a parte de las autoridades del país y jóvenes, madres y maestros participantes del plan de Educación Flexible del gobierno.
El ministro de Educación, Carlos Canjura, explicó que la meta el año pasado era dar oportunidades de estudio a cuatro mil niñas, niños, adolescentes y adultos que por alguna razón se vieron obligados a abandonar la escuela, pero fue superada en casi 18 por ciento y llegaron a 4 mil 715.
Kenia es una de ellos. También Ramón Ernesto Rodríguez, joven deportado, quien gracias al programa gubernamental estudia hoy segundo año de bachillerato.
Los testimonios de sus vidas explican la gratitud al presidente Sánchez Cerén y las autoridades de educación por la oportunidad. “Lo que para muchos tal vez es un pequeño paso, para mí es un gran salto”, aseguró Ramón Ernesto.
“La educación es el elemento fundamental para terminar con la desigualdad, terminar con la pobreza, terminar con la exclusión”, expresó el gobernante en su habitual mensaje de bienvenida a los invitados al programa Casa Abierta. “A través de la educación también podemos contribuir a que la familia genere en sus hijos, en nuestros hijos, un ambiente de formación en valores desde pequeños, que permitan que los jóvenes tengan claridad de su futuro”, afirmó el presidente Sánchez Cerén.
“No podemos quedarnos paralizados ante la situación de aquellos factores de riesgo que existen en el país, que afecta a tanto joven, a tanta joven que tiene que buscar esperanzas en este país”, agregó.
El Ministro de Educación señaló que el programa de educación flexible que el año pasado benefició a casi cinco mil personas, en este 2017 elevará la cifra a 20 mil.
La generosidad de esta iniciativa del gobernante se evidencia en el testimonio de Kenia, Ramón Ernesto y otras muchachas y muchachos a quienes les abrió las puertas de superación.
“Yo le agradezco principalmente a Dios por haberme permitido estar aquí, teniendo esta experiencia… tengo catorce años y un bebe de un año y cuatro meses, yo vivo con mi madre, con mi hermanita, mi hermanita tiene 6 años y mi bebe, soy madre soltera y vivo en Lourdes, Colón”, contó Kenia.
Con entereza reconoce haber tomado una mala decisión que le obligó a abandonar los estudios. “Es una experiencia bastante fuerte para mi ser madre a tan temprana edad”, dijo y relató cómo alcanzó el sexto grado y ahora el séptimo gracias a iniciativas como como educación flexible y el Plan El Salvador Seguro.
“Aquí sigo adelante y déjenme decirles a todos los jóvenes que me están viendo que no se estanquen, si yo puedo, ustedes pueden también. Ahora que nos están dando esta oportunidad de estudiar así flexiblemente, aprovéchenla, no se estanquen, no se conformen con lo que tienen”, afirmó.
Ramón Ernesto subrayó la exhortación de Kenia. “A veces creemos que se acabaron las oportunidades, pero la oportunidad se termina cuando uno decide y si se encuentran ciertas personas que se interesan en el futuro de nosotros es más fácil y la oportunidad está presente”, dijo.
“En este programa a mí se me han abierto mejores oportunidades… En la actualidad estoy encendiendo las nuevas metas”, concluyó.
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