Washington/Prensa Latina
El Departamento de Justicia norteamericano anunció este lunes que está ‘extremadamente decepcionado’ por la negativa de la justicia británica a extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para juzgarlo en este país.
Las autoridades correspondientes notificaron al tribunal del Reino Unido la intención de recurrir la decisión, y continuaremos buscando la extradición de Assange, señaló la mencionada agencia federal en un comunicado.
Al mismo tiempo, estamos muy satisfechos de que prevalecieran los argumentos jurídicos presentados por el gobierno de Estados Unidos, señaló la entidad, en referencia a las declaraciones de Assange de que ejercía su derecho a la libre expresión y de que Washington ejecutaba una represalia política en su contra.
La jueza británica Vanessa Baraitser consideró este lunes ‹que el estado mental del señor Assange es tal que sería opresivo extraditarlo a Estados Unidos›.
La administración del presidente Donald Trump busca la extradición de Assange, quien está preso en el Reino Unido desde su arresto en la embajada de Ecuador en Londres en abril de 2019.
El gobierno estadounidense pretende juzgarlo por 17 cargos de espionaje y uno de conspiración para cometer piratería informática, que en total pudieran conllevar una sentencia de hasta 175 años de cárcel.
Las acusaciones tienen como base la publicación en WikiLeaks de miles de archivos secretos sobre crímenes de guerra de las tropas norteamericanas en Iraq y Afganistán, así como valoraciones comprometedoras de diplomáticos sobre gobiernos y líderes políticos extranjeros, entre otros documentos.
La jueza británica, quien concedió 14 días a la fiscalía estadounidense para apelar su decisión, rechazó, sin embargo, que el caso tuviera un trasfondo político como alegó la defensa en el juicio.
Según la magistrada, la ley de extradición aprobada en 2002 eliminó esa protección del tratado firmado entre el Reino Unido y Estados Unidos, por lo que los motivos políticos no podían invocarse en este caso.
Baraitser también estuvo de acuerdo con la mayoría de las acusaciones de espionaje e incitación a la piratería informática presentadas por el gobierno norteamericano contra Assange, y afirmó que la libertad de expresión no lo autorizaba a publicar los archivos secretos.
Incluso consideró que la justicia estadounidense respetaría sus derechos y le garantizaría un juicio justo, contrario a lo argumentado por los defensores del periodista australiano.
Assange permanece de momento en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, a la espera de una audiencia el miércoles para examinar una demanda de liberación.