Telesur
El ejército de Estados Unidos lanzó más de 50 misiles contra Siria, disparados desde una base naval en el mar Mediterráneo, que impactaron en múltiples sitios, incluyendo una base aérea cerca de Homs.
El ataque, el primer asalto convencional ordenado por Donald Trump contra otro país, ocurre un día después de que el mandatario estadounidense dijera que el ataque químico en Idlib (Siria) había «cruzado muchas líneas» y que estudiaría tomar medidas militares ante esa «grave situación».
La opciones que dio el Pentágono a Trump para atacar son: bases aéreas, centro de comando y control militar, sistemas de defensa aérea y tropas.
Un funcionario estadounidense dijo a NBC que los rusos fueron advertidos pero que no serían atacados. No obstante, justo antes del ataque, Rusia advirtió a Estados Unidos que puede haber «consecuencias negativas» si lleva a cabo una acción militar contra Siria, tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
La excusa de EE.UU. para ejecutar el ataque fue acusar – sin pruebas- al gobierno de Bashar Al Assad de haber usado gas sarín en un supuesto ataque químico en Idlib, que ni siquiera la ONU, a través de Oficina de Asuntos para Desarme, pudo confirmar que haya sido efectuado desde el aire y con aviones rusos (como se acusó).
El Consejo de Seguridad de la ONU tampoco votó hoy una resolución sobre el ataque químico en Siria, con los Estados miembros aún divididos y tratando de negociar un compromiso. Hay tres borradores sobre lo sucedido en Idlib, el primero hecho por EE.UU., Francia y el Reino Unido pero rechazado por Rusia por su carácter intervencionista sobre Siria.
Estas discusiones se desarrollaron mientras que Washington estudiaba una posible intervención militar en respuesta al supuesto ataque químico del martes, del que Occidente responsabiliza a Al Assad.
Siria no solo ha desmentido ser responsable del ataque, sino que reiteró una vez más que nunca han usado gases tóxicos contra su propio pueblo, y recordó que el Ejército no tiene ningún tipo de armas químicas ni busca adquirirlos.
Además de cumplir todas sus obligaciones con la Convención sobre armas químicas desde su adhesión a la Convención en 2013, Siria denuncia que son las organizaciones terroristas armadas y sus operadores los que han ejecutado estos ataques para acusar al Estado sirio.