Barcelona/dpa
Las selecciones de Estados Unidos y Lituania se medirán este jueves por una plaza en la final del Mundial de baloncesto de España después de solventar sus compromisos ante Eslovenia y Turquía respectivamente.
Los estadounidenses, no rx vigentes campeones mundiales, lograron su registro anotador más alto en lo que va de torneo, 119-76, en un encuentro que les exigió mucho más de lo que los números revelan.
Lituania, en cambio, sufrió menos de lo previsto ante los turcos y, con una actuación coral y muy acertada desde la línea de tres, dejó fuera del campeonato a los subcampeones mundiales, Turquía, por 73-61.
Estados Unidos resolvió el compromiso que más le exigió en lo que va de torneo por su evidente superioridad en el juego interior. Pero, sobre todo, gracias a la contribución de sus hombres de perímetro, definitiva para minar la resistencia eslovena.
En su tercera participación en una Copa del Mundo, los dirigidos de Jure Zdovc obligaron a los estadounidenses a pensar más de lo habitual e incluso a cambiar la hoja de ruta del partido cuando la prevista no surtió el contundente efecto deseado.
Los “bajitos”, especialmente James Harden, autor de 14 puntos, Klay Thompson, máximo anotador del encuentro con 20 e Kyrie Irving, que concluyó con 12, tuvieron que asumir el liderazgo ofensivo en la segunda parte para que los dirigidos de Krzyzewski pudieran despegarse definitivamente de los balcánicos y sumar su séptimo y más cuantioso triunfo en otros tantos partidos.
En la primera parte, mientras los interiores del “Dream Team VII” tiraron del carro ofensivo y el hoy recuperado Derrick Rose llevó la batuta a todo ritmo, la campeona mundial sumó puntos con facilidad.
El perímetro, sin embargo, se frustró. Acumuló errores en posiciones francas y fue incapaz de tomar el relevo anotador cuando los hombres grandes no pudieron aportar.
Muy bien defendidos Goran y Zoran Dragic, los artilleros balcánicos, Eslovenia ignoró las jerarquías que la campeona mundial intentó marcar y siguió a lo suyo: intentar contener la escapada irremediable con armas que se suponían más de los NBA.
Ante la ineficacia de su afamado perímetro, el equipo de Zdovc cerró mejor el rebote –los estadounidenses sólo les robaron un par en este periodo- y buscó más el contrataque.
La apuesta le salió bien a técnico balcánico, que dirigió la charla del receso con los mismos siete puntos de desventaja que contó al final del primer cuarto. Su equipo igualó los 20 puntos de Estados Unidos en el segundo y se fue al vestuario con un meritorio 49-42.
En la reanudación, “Coach K” respondió a la mutación balcánica variando sus esquemas también. La responsabilidad ofensiva basculó hacia los hombres de perímetro que, menos vigilados y más acertados que en la primera mitad, fueron sumando puntos hasta lograr una diferencia de 22 al fin del tercer periodo: 86-64.
Harden, 12 puntos en esos 10 minutos, e Irving se dieron un festín que el mayor pero insuficiente acierto de los hermanos Dragic no pudo contrarrestar.
Krzyzewski, en cambio, pudo utilizar el último cuarto de partido para dar minutos a los hombres que menos tienen, el casi inédito Andre Drummond incluido.