Washington/Prensa Latina
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump aceptó su nominación por tercera vez consecutiva al cierre de la Convención Nacional Republicana, donde confirmó el control total que tiene hoy sobre el partido.
En un discurso de más de 90 minutos -récord para este tipo de evento- Trump hizo referencia al atentado contra su vida en un mitin de campaña en Pensilvania y habló del poder divino por haber sobrevivido al intento de asesinato que lo dejó herido en la oreja derecha.
Trump adoptó un tono sombrío para narrar a un auditorio que prácticamente mostró síntomas de adoración hacia su persona (nadie se acuerda del expresidente convicto) lo ocurrido durante el tiroteo en Butler, Pensilvania, que dejó un muerto y otros dos heridos de gravedad.
«Se supone que no debería estar aquí esta noche», subrayó Trump en el escenario de la Convención, celebrada del 15 al 18 de julio en Milwaukee.
Su intervención incluyó mención al tema económico y la inflación, que están entre las mayores preocupaciones de los votantes y también se refirió a la política exterior de su sucesor demócrata, Joe Biden, y a la “invasión” por la frontera sur respecto a la crisis migratoria.
Trump reiteró lo que ha sido una constante en su campaña: de ser elegido hará deportaciones masivas de migrantes indocumentados, además, habló de reducción de impuestos y de fortalecer el poderío de Estados Unidos en el extranjero.
En una intervención en la que no faltaron afirmaciones falsas o engañosas, aunque recibió el coro de “gana, gana, gana”, Trump dejó claro que “nada nos influirá. Nada nos frenará. Y nadie nos detendrá jamás».
Su oreja derecha ensangrentada, el puño en alto en el escenario de caos que se vivió el 13 de agosto en Butler sirvió para borrar de la memoria colectiva desde el fichaje criminal a Trump en una cárcel de Georgia hasta el juicio penal en Nueva York -el primero a un expresidente de Estados Unidos- donde resultó culpable de 34 delitos graves.