Efímero lazo que no merece ser llamado amor;
asqueroso y repetitivo engaño,
mente ciega, conocimiento indeseado.
De todas las cosas que quise o quiero saber,
esta no es ni será una.
Así como se supone que el nunca no existe ni existe el imposible,
me atrevo a decir: el siempre ni el para siempre existen.
Al menos en mí, al menos en este martirio,
consecuencia de la ingenuidad,
consecuencia del esperar sin esperanza,
consecuencia de lo que, se suponía, era amor.
Efímero lazo, efímero sufrimiento,
en algún momento yo me iría o me dejarías ir.
De todas las cosas que espero o esperé,
esta no es una.
No hay más culpable que tu humanidad y la mía,
que la sangre fría y muerta que corre por tus venas y por las mías.
No hay más culpable que esta capacidad tan cruel,
tan imperfecta, de amar.
Efímera afirmación del para siempre;
falsa, irreal, dolorosa.
Sangriento proceso de despegar mi corazón del tuyo,
de dejar creer que este amor tan humano dura.
Sara Moreno
Poeta joven