Por Sakher Abou El Oun
Rafah, Territorios Palestinos/AFP
Egipto comenzó este miércoles la entrega de un millón de litros de carburante a los dos millones de gazatíes, alejando de momento el riesgo de una grave crisis humanitaria en el enclave palestino devastado por las guerras y la pobreza.
Desde que Israel redujo sus entregas de electricidad a Gaza el lunes, la ONU y las agencias humanitarias habían alertado sobre un «derrumbe total» de la Franja, que sufre un duro bloqueo israelí desde hace una década.
La única central eléctrica de Gaza lleva dos meses inutilizada por falta de combustible, y los habitantes apenas disponían de dos horas de electricidad al día, frente a los dos periodos de ocho horas de que gozaban hasta abril.
Hasta el momento era Catar, el pequeño emirato árabe socio de Hamas, que dirige Gaza desde hace una década, quien cubría los gastos en carburante. Pero ese país, muy rico en hidrocarburos, vive una crisis diplomática sin precedentes con sus vecinos del Golfo y El Cairo, y está deseando tomar distancias con el movimiento islamista al que Estados Unidos y la Unión Europea consideran como «terrorista».
Por tanto, esta vez fue Egipto quien intervino, aunque las relaciones entre Hamas y El Cairo se deterioraron en los últimos años. Este miércoles, 22 camiones cargados de carburante iban a transitar por el paso de Rafah, la única frontera de Gaza que no está en manos de Israel.
Entregas hasta el final de ramadán
El millón de litros de carburante industrial se llevará directamente a la única central eléctrica de Gaza, que volverá a funcionar en las próximas horas, según la autoridad de la energía en la Franja.
Esa cantidad de combustible permite alimentarla «durante dos días a máxima capacidad, y tres días a baja capacidad», declaró por su parte el director general de la compañía de electricidad gazatí, Samir Metir.
El gesto egipcio podría ser un indicio de un cambio de alianzas, una semana después de que líderes de Hamas, responsables egipcios y Mohamed Dahlan, gran rival del presidente palestinos Mahmud Abas, se reunieran en El Cairo.
«Este apoyo egipcio a Gaza se enmarca en los acuerdos cerrados durante los encuentros de El Cairo», afirmó en Rafah el general Tawfiq Abu Naim, jefe de seguridad en Gaza.
Esas entregas egipcias llegan a pocos días de la fiesta musulmana del Aid al Fitr, que marcan el final del mes de ayuno del ramadán, y, según un responsable palestino, Wael Abu Omar, el suministro de carburante continuará probablemente hasta esa fecha.
En tres días, Israel redujo en unos 30 megavatios (MW) el suministro de las líneas eléctricas que alimentan Gaza, alegando que tomó esa decisión porque la Autoridad Palestina del presidente Abas se negaba a pagar la factura eléctrica de la Franja, gobernada por su rival islamista, Hamas.
En Gaza, el suministro eléctrico es una preocupación primordial, sobre todo durante el ramadán y el verano.
Los hospitales suele alertar sobre la escasez de electricidad y los esfuerzos que tienen que hacer para garantizar el funcionamiento de las incubadoras y de otros materiales vitales.
Los fallos energéticos son un motivo habitual de preocupación para los dos millones de gazatíes.
El territorio sufre una penuria crónica de energía por falta de infraestructuras. Aunque todas sus fuentes de suministro fueran alimentadas normalmente, no cubrirían ni la mitad de las necesidades eléctricas en la Franja, estimadas en entre 450 y 500 MW.