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Patricia Meza
@Pmeza1
Los miles de soldados permanecen con su mirada fija, silenciosos y erguidos cumpliendo la orden del emperador Qin, de salvaguardarlo después de la muerte.
Hay que tomar en cuenta que a algunas de sus armas les fueron robadas, también han perdido miembros de sus cuerpos, sin embargo, pese a que han pasado dos mil 300 años, se resisten a perder la última batalla: el deterioro del tiempo.
Estos guerreros de Terracota están ubicados en Xian, provincia de Shaanxi, en la República Popular de China, fueron encontrados en 1974 por unos agricultores que se dedicaban a hacer un pozo.
Según datos históricos fueron esculpidos durante la dinastía Quin, bajo las órdenes del primer emperador Quin Shi Huang, que creía que después de la muerte existía otra vida y su ejército debería custodiar sus bienes y a él por siempre.
El lugar donde permanecen los guerreros está a una distancia de mil kilómetros de la capital Beijing, a 30 kilómetros de Xian y fue abierto al público en octubre de 1994.
Este ejército conformado por generales y soldados cuya altura es de un metro ochenta, siguen apostados custodiando cualquier amenaza invasora.
Fueron en total trece dinastías que se establecieron aquí y el primer emperador de la República de China unificada fue Quin, quien pese a que murió a los treinta y nueve años construyó un imperio que magnificó su presencia durante las dinastías.
En la actualidad quienes visitan a los guerreros de Terracota, tienen la oportunidad de encontrarse con ese mundo lleno de historia, más allá de observar a los guerreros, entre ellos generales y soldados, los carruajes del emperador, los caballos, algunas joyas y artículos personales del soberano.
Para contar esta historia hay guías que atienden a los grupos de turistas que llegan de diferentes naciones y también locales, que suman unos diez mil visitantes al mes y que generan ingresos.
Foto Diario Co Latino/Patricia Meza.
La tumba del emperador que se sitúa a cuatro kilómetros de donde fue encontrado este descubrimiento arqueológico permanece sellada, porque se teme que al abrirla se dañe con el sol y la temperatura como ha ocurrido con algunos soldados que han sufrido deterioro en su color.
Son tres pozos donde están ubicados los guerreros, se pueden observar a los soldados en la primera fila aún con su ropaje de tela, porque estaban dispuestos a morir por el emperador y el resto con escudos y armadura. También se encontraron caballos de madera.
Hace dos años fue descubierto un nuevo foso, que está siendo excavado por secciones. Y se cree que por lo menos hay mil trescientos soldados más.
Es de destacar que se han logrado sacar las esculturas de un general, un soldado arrodillado con arco, un cuidador de caballos y fotos de soldados que recién sacados del pozo aún conservaban el color del cabello, del traje, pero al exponerse se despintaron.
Los guerreros de Terracota, se habían quedado atrapados en el tiempo y en los pozos, que de no ser encontrados por casualidad la historia no tendría ese patrimonio de la humanidad declarado en 1987 por la UNESCO.
Ni tampoco se los vería vigilantes de su emperador, quien murió creyendo que estos guerreros lo cuidarían después de trascender y que sus enemigos verían la fuerza de su mandato en la otra vida.
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