Por Ahmad al-Rubaye
Meriem Beik/AFP
Las fuerzas iraquíes y kurdas estaban frente a frente este sábado en la disputada provincia de Kirkuk, al cumplirse el ultimo día del plazo que dieron las autoridades de Bagdad a los peshmergas para que se retiren de las zonas que tomaron hace tres años.
Los blindados de las fuerzas iraquíes estaban posicionados hacia el mediodía en las orillas de un río que bordea el límite sur de Kirkuk, constató un fotógrafo de la AFP.
Del otro lado del río, se podía ver a los peshmergas –combatientes kurdos– detrás de un montículo de tierra y bloques de cemento.
«Nuestras fuerzas no están en movimiento y esperan las órdenes del Estado Mayor», indicó a la AFP un oficial iraquí que pidió el anonimato.
El viernes, las fuerzas iraquíes retomaron sin combatir posiciones adonde se habían instalado los combatientes kurdos aprovechando el caos reinante por la ofensiva de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en junio de 2014.
Las fuerzas regulares y paramilitares iraquíes avanzaron con tanques y blindados hacia posiciones que los peshmergas dejaron durante durante la noche, al sur de Kirkuk.
En esta zona al sur de la capital de esta provincia del mismo nombre tiene numerosas infraestructuras petroleras.
Las fuerzas iraquíes deben «redesplegarse en las posiciones que ocupaban antes del 9 de junio de 2014» y ello «por orden del Estado Mayor», indicó Ahmed al Asadi, portavoz de las unidades paramilitares de Hashd al Shaabi, una coalición aliada a Bagdad y formada en 2014 para frenar el avance de EI.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, repite que no quiere «iniciar una guerra contra los kurdos», mientras que éstos aseguran que «la escalada no vendrá de su parte». Sin embargo las autoridades de la región autónoma como del gobierno de Bagdad desplegaron sus tropas en la provincia disputada.
El día del referendo de independencia kurdo, el 25 de septiembre, la tensión ya se había focalizado en la provincia petrolera de Kirkuk.
La consulta había sido organizada por el gobernador de Kirkuk, que Bagdad destituyó pero que permaneció en el cargo.
Ultimátum a los kurdos
Una fuente cercana a Abadi dijo el sábado a la AFP que «no habrá ningún diálogo (con los kurdos) hasta que se anulen los resultados del referendo».
Para evitar violencia, las fuerzas iraquíes dieron un ultimátum a los peshmergas. «El plazo acordado a los peshmergas para que vuelvan a sus posiciones de antes del 6 de junio de 2014 y entreguen esas bases a las fuerzas gubernamentales expirará en la noche» del sábado, declaró bajo anonimato un alto responsable kurdo.
Frente a esta situación, Estados Unidos que tiene tropas desplegadas junto al ejército iraquí así como con los peshmergas, asegura que quiere sosegar las tensiones para «seguir adelante sin perder de vista a nuestro enemigo», en referencia a EI.
En la provincia de Kirkuk, las fuerzas desplegadas no se enfrentaron hasta ahora, pero en el resto del país hubo incidentes.
La noche del viernes se registraron disparos en Tuz Jormatu, una ciudad de la provincia vecina de Saladino, entre miembros de Hashd al Shaabi y peshmergas, informó la municipalidad.
Estos enfrentamientos «dejaron cinco heridos, dos peshmergas y tres miembros de Hashd», precisó su portavoz, Shalal Abdul.
En Hilla, al sur de Bagdad, una explosión contra la sede y una antena de una compañía de telefonía móvil kurda causó daños.
El viernes, Jaafar Sheij Mustafa, comandante kurdo en Kirkuk, había confirmado la retirada de los peshmergas de algunas posiciones tomadas en 2014.
Según Erbil las fuerzas de Bagdad «quieren tomar los campos petrolíferos, un aeropuerto y una base militar».
Las autoridades centrales controlaban los yacimientos petrolíferos de Kirkuk hasta que en 2008 los kurdos tomaron el control de los pozos de Jormala. En 2014 hicieron lo mismo con los de Havana y Bay Hassan.
Producen 250.000 barriles de petróleo por día de los 600.000 bpd que exporta el Kurdistán sin el aval de Bagdad. Si los kurdos pierden esos pozos sería un golpe considerable en momentos en que atraviesan su peor crisis económica.