Samuel Amaya98
@SamuelAmaya98
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) presentó su informe de Evaluación de Derechos Humanos en El Salvador durante el año 2020, donde destacó las constantes violaciones de derechos fundamentales por parte del Ejecutivo hacia los otros poderes del Estado y ciudadanos salvadoreños.
El director Ejecutivo de FESPAD, Saúl Baños, comentó que año con año presentan informes situacionales de los derechos humanos del año anterior. Y este informe tiene como propósito “guardar en la memoria histórica de El Salvador” lo que sucedió en el 2020. Dicho año “representó el año donde ha habido más regresividad en materia de derechos humanos”.
Loyda Robles, directora de Fortalecimiento a la Institucionalidad del Estado, Transparencia y Anticorrupción de FESPAD, señaló que en el inicio del año 2020 fue continuación de una confrontación permanente del Gobierno Central y específicamente del presidente de la República y de los ministros con la Asamblea Legislativa y con la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Loyda Robles agregó que los principales ataques y confrontaciones fueron hacia las personas que no compartían la misma línea de pensamiento, sin importar que fueran instituciones de Estado, prensa, o ciudadanos comunes.
En el informe FESPAD señala que el 9F del 2020, Bukele “se tomó” el Salón Azul del recinto legislativo acompañado con elementos policiales y militares para “amedrentar a la Asamblea”.
Posterior llegó la pandemia del coronavirus y a consecuencia, el amparo del cual el presidente y funcionarios desencadenaron una serie de tropelías constitucionales y legales, de las cuales Robles detalló: “Se irrespetó la separación de poderes, en el sentido de invadir por parte del Ejecutivo otros órganos de Estado; irrespetó a la institucional del Estado, ya que no cumplió resoluciones de la Sala de lo Constitucional. Además, la Asamblea Legislativa fue un órgano que estuvo bajo constante presión, amenaza y ataque, principalmente proveniente del órgano Ejecutivo.
“Es evidente que el 2020 fue un año de deterioro institucional, de retroceso autoritario en la construcción de democracia y de irrespeta total a la Constitución y las leyes”.