Santiago Leiva
Diario Co Latino
Isidro Metapán va camino a una monarquía absoluta. Llegó al poder desde hace una década y no quiere soltar el trono del fútbol salvadoreño. Ratificó su señorío este año y continúa gobernando desde el Río Paz al Guascorán. Ni Águila, drugstore ni FAS, ni Alianza han podido levantar un reinado tan duradero. Eso sí, fuera de esos 21 mil kilómetros cuadrados, la historia es otra, el poderío jaguar no tiene valía, no hay magia, no hay orgullo, no alcanza el talento.
En general, no da para más el fútbol salvadoreño, no da para más la garra cuscatleca. Lejos de aquí, gobiernan aztecas, incas, chibchas, guaraníes, charrúas, diaguitas, mapuches y apaches. Sigue El Salvador bajo el yugo español, bajo la conquista ibérica. Hoy no llegan con espejos ni en lanchas, sino a través de una pantalla de vidrio que proyecta fútbol. No hay más Cristóbal Colón, ni Pedro de Alvarado. Hoy nos conquistan los Ramos, los Isco, los James, los Messi, los Cristianos y los Neymar.
Lo sabe el hincha, lo sabe El Salvador y lo sabe Metapán, borrado este año de la Liga de Campeones de la CONCACAF en la primera ronda. Los caleros que vimos ceñirse la corona del fútbol cuscatleco este mes son los mismos que acabaron humillados por el León de México y el Herediano de Costa Rica.
La tribu de Jorge “Zarco” Rodríguez peleó cuatro batallas y, en las cuatro, fue derrotada. 16 goles en contra y apenas cinco a favor machan el orgullo patriótico de los caleros.
Pero tachando las torcidas líneas de su participación internacional, Isidro Metapán cierra un 2014 exitosamente irrepetible: ganó el Clausura y el Apertura 2014 y se convirtió así en el único club que consigue tres títulos al hilo desde la instauración de los torneos cortos, ya que también levantó la copa del Apertura 2013.
Aunque se le fue la corona de las manos en los penaltis, al final, el 2014 fue un año relativamente bueno también para Águila. El equipo emplumado estuvo al borde del descenso en el Clausura 2014 y, luego, como “Ave Fénix”, resurgió entre las cenizas hasta conseguir luchar en un duelo a muerte por su título 16. No lo obtuvo, pero, después de estar con respiración asistida, el llegar a la final sabe también a gloria. Por su parte, FAS alcanzó las semifinales en los dos torneos consecutivos, Dragón estuvo en una final a mediados de año y Santa Tecla se metió en la antesala de la fiesta grande en diciembre.
Equipos como Juventud Independiente, UES y Atlético Marte no brillaron, pero tampoco les fue mal deportivamente. Su éxito descansa en mantener la categoría. Alianza, el club mimado de los capitalinos, volvió a decepcionar a sus fieles. El equipo blanco, pensado siempre para pelear campeonatos, no pudo entrar a la zona de semifinales en ninguno de los torneos de este año, confeccionando así un nuevo fracaso.
Peor suerte corrió la hinchada de Firpo. El representativo usuluteco se fue a la Segunda División y con él muchos años de protagonismo e historia en la liga de privilegio. La salida de los toros a la liga de plata le abrió las puertas al Pasaquina, un equipo que parece condenado y que peleará con Marte su permanencia en Primera el año que se avecina.
Sin duda, Marte y Pasaquina tendrán como deseos implícitos de año nuevo mejorar sus números y mantener la categoría, mientras la hinchada, en general, pedirá a los “magos” un torneo cargado de buen fútbol y la llegada de extranjeros de calidad. El Apertura 2014 fue pobre en espectáculo, ni siquiera la final cumplió las expectativas, tanto que la premiación fue a luz de flashes de cámaras.