ANTIGUA Y MISTICA ORDEN ROSAE CRUCIS, buy viagra AMORC
Francoise Hanff, recipe F.R.C.
(A tono con la reocupación a nivel mundial sobre el cambio climático, es oportuno presentar este tema relacionado con el valor que los amantes de la Naturaleza le han dado siempre a la vegetación, particularmente al árbol, y la necesidad de cuidarlos y preservarlos. Veamos.)
El humano ha vivido gracias al bosque
Hablar de los árboles es evocar inmediatamente a la Naturaleza, su belleza, su fuerza y la vida que la anima. Los árboles y selvas siempre han estado presentes en la vida del ser humano desde tiempos inmemorables…
El bosque proveía con semillas y frutos, calor con la combustión de maderas, curaciones con numerosas plantas medicinales, materiales de construcción con sus maderas. Servía de abrigo, refugio o escondite… El ser humano ha vivido mucho tiempo gracias al bosque, bajo su inspiración y protección, por lo que no es sorprendente que, tanto el árbol, como el bosque, hayan impregnado nuestro inconsciente a tal punto de convertirse en un arquetipo, símbolo que trasciende lo personal, lo individual y que es la expresión de un inconsciente más profundo y colectivo.
El Árbol es un Símbolo Natural
Se opone a los símbolos “artificiales” o “conceptuales” resultado del pensamiento humano, que le ayudan a representar y trascender su comprensión interna del Universo. Un símbolo natural es un elemento, un objeto, una forma percibida por nuestros sentidos que sugiere a nuestro espíritu su propia naturaleza, pero también una representación de algo más allá de si mismo.
Para poder comprender este tipo de símbolo es bueno observar y analizar su soporte físico, el que percibimos dado que a menudo, es a partir de esta observación que obtenemos las analogías, las intuiciones que nos abrirán las puertas de una mayor comprensión interior del símbolo. Es así como una observación detallada de la rosa, que tradicionalmente simboliza el amor, permitirá profundizar en su significación. Se tomará en cuenta sus espinas, la estructura pentámera de la flor (basada en el número 5), su perfume… elementos que afinarán y completarán nuestra comprensión del símbolo y de las leyes que él representa.
Esta forma de proceder que consiste en partir de lo real para llegar a lo espiritual, siempre fue pregonado por los místicos. Bernard Clairvaux afirmaba: “Cree en mi experiencia, es en el bosque y no en los libros donde encontrarás la vida superior”.
EL BOSQUE
Si describimos el bosque, aparece como un medio sombrío, donde la luz solar poco penetra. En distintas selvas menos del diez por ciento de la luz solar alcanza el suelo. Es un medio húmedo,: los árboles transpiran y fabrican la humedad que se mantiene bajo su cobertura; medio escondida puesto que si no penetramos en ella, es imposible de ver su interior. Un medio temperado: la temperatura en su interior es más fresca en verano que en un campo abierto, y en invierno, el frío es mas moderado. Es un lugar sin referencia temporal; a menudo nos ubicamos en el tiempo por la posición del Sol en el cielo, por la intensidad de la luz o por el calor solar, pero en ella, estos tres elementos son muy homogéneos a lo largo del día y no es raro perder en su seno nuestra noción del tiempo.
(continuará)