EL ARTÍCULO
Myrna de Escobar
La risueña luna llena tras el cristal de su ventana provocaba insomnio, y se enseñoreaba en su mirada al punto de hacerla suspirar.
En la madrugada fue a la cocina por un vaso de agua y en vano detuvo su mirada en el reloj de la sala. No podía distinguir los números. Se acomodó en el sofá y leyó los titulares de la revista “Muy Interesante”. Uno sobre personas pactadas con el diablo llamó su atención. Al estilo de Supernatural, la serie favorita de televisión.
Resistió cuanto pudo la tentación de adelantarse a aquel relato en particular, y nada desconcentró su lectura hasta que un suspiro cansado y extraño se adueñó de la sala.
—¿Qué fue eso? —se preguntó.
La sensación de sentirse espiada era perturbadora, pero se santiguó de prisa y trató de ignorarlo. Luego, miró hacía la puerta y contempló la frialdad del solitario balcón en aquella madrugada decembrina. Estiró las piernas sobre el sofá y un escalofrió invadió sus poros al percibir el pausado respirar muy cerca de su costado. El incontenible hormigueo en los dedos y el antebrazo la estremeció al punto de notar que la revista suspiraba entre sus manos. Tuvo miedo de no poder gritar para pedir auxilio.
María cerró de golpe la revista e invocó a Dios, mientras pensaba en la desquiciada idea de leer el artículo. Se hizo a un lado en el sofá y el largo respiro se acomodó junto a ella, en el espacio cedido. De inmediato se puso de pie y esta vez alguien más respiraba en el sillón contiguo. Extrañada se percató de la hora. Eran las 3:00 de la madrugada.
Apagó la luz y se dirigió al baño para lavarse la cara, pero temía ver reflejados sus temores en el espejo. Caminó hacia la habitación y se envolvió en la sábana, sin decir nada. Sólo quería cerrar los ojos y olvidar.