Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
La imagen del presidente ha empezado a presentar algunas fisuras y deteriorarse, sostiene Roxana Rodríguez, educadora y directiva de la Asociación de Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES), quien aseguró que en las últimas semanas la imagen del país y el presidente Nayib Bukele, se está deteriorando. Ya que los indicios de corrupción pública en la gestión gubernamental han ido en crecimiento; sobre todo, en el uso de los fondos por la pandemia de COVID-19.
“Se observa una creciente condena a nivel internacional y nacional a la constante negativa del presidente Bukele de respetar el orden constitucional y el marco jurídico vigente; a violar los derechos humanos. Esta es una constante negativa desde el inicio de su gestión, cuando decide despedir a más de cinco mil personas, que se encontraban por Ley de Salario”, dijo Rodríguez, en el programa radial Realidad a Fondo.
Asimismo, la educadora recordó que la imagen del presidente Bukele se ha visto afectada con los hechos del 9 de febrero pasado, con el ingreso a la Asamblea Legislativa con ayuda de la Fuerza Armada. “A nivel internacional quedó claro que era un rompimiento del orden constitucional y deteriora y empieza a erosionar la imagen presidencial, en toda esta violencia al marco jurídico se incrementa con la crisis sanitaria”, afirmó.
Rodríguez explica que diferentes lideres internacionales han condenado las acciones del presidente Bukele, como Michelle Bachelet, Miguel Vivanco, Edison Lanza y la exembajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, quienes han dejado claro sus rechazos ante las acciones de Bukele, como las constantes amenazas a la Asamblea Legislativa y a la Corte Suprema de Justicia.
De igual manera, acciones como la reciente investigación de El Faro sobre la posible negociación con pandillas ha dejado en la mira al gobierno de Nayib Bukele, ya que considera que no se han desmentido los señalamientos y que la fiscalía aún investiga posible cometimiento de delitos. “Hemos visto cortinas de humo y ver cómo desvía la atención”, explicó.
La administración actual del Gobierno está altamente endeudada, ya que ha crecido en 15 puntos a comparación de la deuda que dejó el gobierno anterior, que era de 72 % del PIB, pasando a 87 % del PIB. “Es una deuda pesada, que se le vuelve al mismo Gobierno para poder hacer cosas y desarrollar programas y políticas sociales”, afirmó.
Además, se ha reportado un crecimiento de deserción escolar, que representa el doble de lo usual, actualmente se reporta un 16 % en los colegios privados. Asimismo, en los centros públicos se espera una deserción escolar del 15 %. Solo en la Universidad de El Salvador se espera un 18 % en deserción de estudiantes.
También, asegura que con esta administración las condiciones de las personas en pobreza se encuentran cada vez peor. “En este caos es como si el presidente estuviera saboteándose así mismo, amparados en su estrategia publicitaria, hay cosas reales, que terminan explotando, que harán que su imagen continúe desgastándose con efectos negativos para la población”, dijo.