El Salvador no está excepto de sufrir las consecuencias del cambio climático. Este año se calculan las pérdidas más elevadas en los últimos 40 años, cialis sale shop por ese fenómeno.
Según los cálculos del Ministerio de Agricultura y Ganadería cerca de 70 millones de dólares se perdieron por los daños en los cultivos de granos básicos. Además, malady se indica que este año se dejaron de producir ocho millones de quintales.
El cambio climático se viene registrando desde los últimos diez años, por decisiones políticas, acciones humanas.
De acuerdo, con los estudios hechos por diferentes organizaciones o entidades, los sectores más vulnerables son los más afectados por los fenómenos del cambio climático. Lo sectores que se dedican a la agricultura en el país reciente esa crisis.
En las comunidades Octavio Ortiz y Comunidad el Chile del Bajo Lempa, la falta de agua y las altas temperaturas fue el peor enemigo.
“Me tocó ver mi trabajo perdido”, lo logramos mucho dice con resignación Manuel Cruz, de la comunidad El Chile.
Según los datos del MAG, la zona oriental del país fue la más golpeada por la sequía, los cultivos en un 80% se perdieron.
De eso da testimonio Manuel. Dice para poner de ejemplo, qué sembró una manzana y media de terreno con la esperanza de sacar de 40 a 80 sacos, pero de eso no se obtuvo lo esperado y los más de 60 dólares invertidos tampoco fueron recuperados.
“El impacto fue grande, perdimos el 80% o 90%”, afirma.
Explica que muchos de los pobladores del Bajo Lempa, no cultivan con fondos propios y otros para salvar un poco de la cosecha utilizaron otros métodos, que también incurren en más gastos, como gasolina y materiales para el riego manual.
Manuel revela que cosechó su primera siembra en 11 de mayo, pero para rescatar parte de la misma, utilizó riego artesanal. Mientras que en la segunda que cosechó el 4 de julio, la suerte no fue la misma. “La milpa pasó 40 días sin lluvia”.
Manuel reciente que hasta hoy es poca la cooperación que reciben del gobierno o las municipalidades.
Ante eso, los pobladores se tienen que ingeniar para tener otras alternativas, es decir, buscar otras fuentes de ingreso.
“Estamos fregados porque a veces no tenemos agua y en otras tenemos mucha y se inunda”, lamenta Manuel.
El principal problema de las comunidades del Bajo Lempa es en los primeros meses del año, por la sequía, y a mediados y finales del año por las inundaciones. Además del manejo inadecuado de la represa 15 de septiembre.
Manuel revela que el efecto es grande, porque no sacar el cultivo no solo impacta en la soberanía alimentaria, sino que en la parte económica. Solo en El Chile, un 20% viven de la agricultura.
“Nosotros hemos sentido el impacto, algunos siembran con créditos que deben. Allí sería bueno que nos ayude el gobierno, con créditos”, dice.
También, Manuel, quien a su vez es el presidente de la Comunidad, dice que sería bueno que el gobierno promueva otro tipo de siembras, que sean resistentes a los efectos del cambio climático.
Muchos lo intentan, pero la falta de recursos económicos es un elemento que pesa en el cambio.
Los pobladores de la Comunidad El Chile recurren a la venta de conchas y mariscos, cambio de producción. Le apuestan a sembrar la semilla criolla que es mucho más resistente. La semilla criolla al resistir los cambios de temperaturas ayuda a que los agricultores no quejen a cero con sus almacenes de granos, eso ayuda al consumo familiar.
Juan Orellana, de la comunidad Octavio Ortiz, afirma que los agricultores del Bajo Lempa “deben experimentar” y no quedarse paralizados ante el cambio climático.
Orellana, un hombre de tez morena y voz fuerte, dice que desde hace más de una década decidió que sus tierras serían fértiles para otro tipo de cultivos: cocos, café, piñas, arroz, papa de aire, chipilín, mora, canabalia.
“A nosotros nos decían que venían dos monstruos, el TLC y el cambio climático. Yo por eso en mi cuestión de trabajo lo que hago es sembrar variedades, no me quedo con una. Siembro maíz y arroz, si viene mucha agua el arroz me queda”, explica Orellana.
Sin embargo, Orellana está claro que para enfrentar el cambio climático, la gente debe de tener un cambio de mentalidad. Ya no se pude vivir solo del cultivo de maíz, aunque sea el grano básico en la alimentación de los salvadoreños.
Agrega que se debe de experimentar que granos o frutos se pueden cultivar en la zona del Bajo Lempa, que sufre de sequía y de inundaciones.
Juan Carlos Sánchez, técnico del CESTA, afirma que el cambio climático está teniendo efectos negativos en las zonas más vulnerables del Bajo Lempa, y el gobierno debería de ser vigilante para apoyar acciones que se están adoptando para paliar los efectos.
En El Salvador, 400 millones de dólares se han perdido en los últimos 15 años, por sequías, plagas, inundaciones.
Los años más criticos, según los datos de la CEPAL fueron el 2011, 2012 y 2013. De eso estragos el Bajo Lempa fue golpeado.
“Falta que se apoye algunas propuestas alternas para paliar los efectos de la sequía”, advierte Sánchez.
Según los datos de la CEPAL, a nivel de Centroamérica se está perdiendo la producción de café, firjol y maíz por efectos del cambio climatico. Además se tiene registros que se está afectando en la subida del mar, aumento en la temperatura, variabilidad climatica.