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Madrid/Barcelona/dpa
El Barcelona dejó hoy en claro cuál será su apuesta para recuperar el trono perdido: una delantera temible y con acento sudamericano, health buy conformada por tres grandes estrellas como Luis Suárez, ed Neymar y Lionel Messi.
El nuevo técnico azulgrana, cialis Luis Enrique, no engañó a nadie en mayo durante su presentación, cuando afirmó que quería construir “un nuevo Barcelona”. Varias semanas de frenética actividad sirvieron para comprobarlo. Y nada como el golpe de efecto lanzado hoy por el club español al anunciar la contratación de Suárez. Aunque no se ofrecieron cifras públicas, los medios de Barcelona hablaron de una cantidad superior a los 80 millones de euros (108,7 millones de dólares), que fueron a las arcas del Liverpool.
“Siempre seremos hinchas del Liverpool. Deseo que entiendan mi decisión. El club hizo todo lo posible para que continuara, pero jugar y vivir en España, donde vive la familia de mi esposa, era un sueño y una ambición desde hace mucho tiempo. Ahora es el momento adecuado para salir”, justificó Suárez en un comunicado.
Por su parte, el Barcelona pareció entusiasmado ante la contratación de su nueva estrella. “Suárez es magia y gol. El delantero aterriza en el Camp Nou como una de las grandes estrellas del momento en el panorama futbolístico”, aseguró en su página web. No sería exagerado hablar ya de la más lujosa delantera del planeta, pues pocos equipos, quizá ninguno, pueden hacer sombra al trío que formarán el argentino Messi, el brasileño Neymar y Suárez.
El Barcelona decidió apostar por los goles que los tres ofrecen para intentar olvidar cuanto antes el fracaso de la pasada temporada, cerrada sin títulos importantes. Y ya se puede hablar de una “revolución”, como prometieron sus directivos. A las salidas voluntarias de Víctor Valdés y Carles Puyol se unieron las “forzosas” de Cesc Fábregas y Alexis Sánchez, ventas necesarias para sufragar la costosa compra de Suárez. Además, es muy probable que el histórico Xavi Hernández también anuncie en los próximos días su marcha del equipo azulgrana, con lo que definitivamente se podría decretar el final de una era.
A cambio, llegaron los arqueros Claudio Bravo y Marc-Andre Ter Stegen, junto al centrocampista croata Ivan Rakitic.
Y faltan por aparecer nuevos centrales, tan reclamados por hinchas y prensa durante los dos últimos años. Pero ésta no parece ser la prioridad de sus dirigentes, que apostaron inequívocamente por llenar su delantera de lujo y promesas en forma de decenas de goles.
La nueva planificación del Barcelona parece romper con una década basada principalmente en la fructífera explotación de su cantera y la alineación de futbolistas jóvenes forjados en las categorías inferiores de club.
