Sevilla/España/dpa
El Barcelona sufrió hoy su segunda derrota en la Liga española de fútbol al caer 2-1 en el campo del Sevilla en un partido en el que disparó cuatro veces a los palos.
En su segundo partido sin su gran estrella, Lionel Messi, el conjunto azulgrana perdió una gran ocasión para alcanzar el liderato de la Liga, mientras que el Sevilla se regaló un balón de oxígeno tras un inicio de temporada titubeante.
Los palos y doce minutos fantásticos tras el descanso le bastaron al equipo dirigido por el español Unai Emery para sacudirse el dominio azulgrana de la primera parte, anotar dos tantos definitivos y echar por tierra todos los esfuerzos del brasileño Neymar por asumir el rol del lesionado Messi.
Neymar lideró al Barcelona como le reclamaba la hinchada; protagonizó algunas de las mejores ocasiones de su equipo; marcó, de penal en el minuto 73, el gol que recortó distancias; y hasta estrelló contra el arco de Sergio Rico un balón que luego se paseó por toda la línea de gol. Pero ni por ésas.
Los goles del danés Michael Krohn-Deli, en el minuto 51, y del español Vicente Iborra, en el 57′, castigaron sobre manera a los azulgrana, que dominaron claramente el primer tiempo y se recompusieron a los tantos andaluces, pero no acertaron con el arco de Rico, decisivo en una triple ocasión consecutiva de Neymar que podía haber recortado distancias antes del penal.
Los palos se aliaron también con el Sevilla que, plagado de bajas como los azulgrana y tras caer el miércoles en la Liga de Campeones ante la Juventus de Turín, tomó aire en la Liga con tres puntos que lo catapultaron a la décima posición.
Hasta en cuatro ocasiones, una de Neymar, dos del uruguayo Luis Suárez, y otra del español Sandro, la madera del arco andaluz repelió tiros azulgrana que apuntaban a gol.
Nunca se materializó y el Barcelona, que se mostró vulnerable en defensa, sumó su segunda derrota en lo que va de Liga y se dejó tres puntos en el camino que dejan a merced del Real Madrid, que mañana se mide al Atlético en el estadio Vicente Calderón, un nuevo adelanto en la clasificación.
Pese a las bajas -Andrés Iniesta se sumó a la lista esta misma semana-, los azulgrana fueron superiores en un primer tiempo de ritmo trepidante, con un juego muy vertical por parte de ambos conjuntos y en el que al Barcelona le faltó puntería para materializar las diversas ocasiones que generó.
Nada nuevo en un equipo que suma ya seis partidos -de siete- en Liga sin marcar un solo gol en los primeros 45 minutos, síntoma de alguna carencia o de que necesita más tiempo para madurar sus duelos.
Cierto es que el Sevilla se defendió bien, se mantuvo compacto y hasta salió con ímpetu al ataque, pero con poco acierto en el último pase durante los primeros 45 minutos.
La suerte tampoco se alió con los de Luis Enrique: el balón se paseó por la casi toda la línea de gol sevillista tras estrellarse contra el palo en su ocasión más clara, una falta pateada por Neymar en el minuto 22.
El brasileño asumió hoy y con acierto el protagonismo que le reclamaba la hinchada tras la lesión de Messi y se asoció con Luis Suárez de manera eficiente, si bien el desacierto final o la defensa andaluza impidieron que eso se tradujera en el marcador.
El arquero chileno Claudio Bravo, que regresaba al arco azulgrana tras su lesión, también se encargó de desbaratar con seguridad los intentos del Sevilla por adelantarse en el marcador. El francés Kevin Gameiro y Krohn-Deli firmaron las ocasiones más claras de los andaluces ya en la primera parte.
Nada pudo hacer, sin embargo, en el segundo tiempo, cuando el Sevilla salió al ataque sin concesiones y en dos combinaciones fulgurantes lo dejó en evidencia.
En la primera, Gameiro superó a Jordi Alba y al francés Jéremy Mathieu y centró al segundo palo para que Krohn-Deli rematara completamente solo.
En la segunda, Iborra cabeceó a gol sin oposición un centro de Krohn-Deli, después de que Mathieu deshiciera el fuera de juego.
La ventaja andaluza pareció demasiado castigo para un Barcelona que fue más dominador y se recompuso a los goles, pero no pudo evitar la derrota.
El triunfo sevillista, el primero ante los azulgrana con Unai Emery al frente del banco, le dio aire al equipo y a su entrenador.
El Barcelona, por su parte, sigue tercero de la clasificiación con 15 puntos, a uno del líder, un Villarreal que visita mañana al Levante.