Por Cécile de Corbiere
París/AFP
El Banco Central Europeo (BCE) inició este lunes su ambicioso programa de compra de deuda pública para reactivar la estancada economía de la zona euro.
«El BCE y los bancos centrales del Eurosistema han iniciado, there pills como se anunció, cheap store las compras en el marco del programa de compra de deudas del sector público», anunció la institución monetaria de Fráncfort en la red social Twitter.
El banco central de la zona euro gastará mensualmente unos 60.000 millones de euros hasta septiembre de 2016, es decir, más de 1,14 billones de euros, en la compra, principalmente, de deuda soberana de sus países miembros.
Conocido como «expansión cuantitativa» o «QE», según sus siglas en inglés, este programa «ya tiene consecuencias» en la economía real y en el euro «y va a seguir» teniéndolas, dice Frédérik Ducrozet, economista del Crédit Agricole CIB, quien asegura que «las tasas que exigen los bancos a las empresas y particulares están bajando».
El simple anuncio ya se ha hecho sentir, dijo el jueves el presidente del BCE, Mario Draghi, quien destacó la mejora de las condiciones de crédito en la zona euro.
«El ámbito político no debe flaquear» con este plan, advirtió el lunes el secretario de Estado alemán de Finanzas, Steffen Kampeter, en la radio pública alemana Deutschlandfunk.
Los gobiernos europeos tienen que «concentrarse en las formas de estimular el crecimiento, las reformas del mercado de trabajo, la consolidación de los presupuestos», dijo.
Aunque el inicio del programa no «debería amplificar la tendencia que ya conocemos en los mercados, dado que los inversores ya lo han anticipado», sin embargo, «supone un cambio histórico de la política monetaria» del BCE, estima John Plassard, de Mirabaud Securities.
Los bancos centrales nacionales – Bundesbank, Banco de España y otros – serán los principales ejecutores, al encargarse de realizar el 92% de las compras.
Contactado por la AFP, un portavoz del Bundesbank también confirmó que los equipos del banco central alemán están «activos en los mercados desde las 9H25 (8H25 GMT)».
Desde el pasado otoño, los bancos centrales ya compran deuda privada, en particular la deuda garantizada y los ABS, títulos apalancados a los créditos.
La novedad este lunes es la compra masiva de títulos de deuda emitidos por los Estados de la zona euro que se realizarán únicamente en el mercado secundario de deuda, es decir, la deuda ya emitida.
Riesgo de indigestión
En este mercado, los efectos de este ambicioso QE ya se sienten desde hace semanas.
El rendimiento, que evoluciona en sentido inverso a la demanda, ha caído recientemente a mínimos históricos. Algunos, incluso, están en terreno negativo, lo que significa que los inversores están dispuestos a pagar por invertir en estos títulos considerados como muy seguros.
«Alemania es de lejos el principal beneficiario» de este programa, asegura René Defossez, estratega de deuda de Natixis.
El rendimiento del bono alemán a 10 años se situaba en el 0,343% el lunes por la mañana, tras terminar el viernes en el 0,393%, y los intereses de los títulos de hasta seis años eran negativos.
Los intereses de los créditos del país eran del 0,283% a finales de febrero.
Pese a que las nuevas emisiones van a ser limitadas, habrá una demanda masiva de deuda alemana. La debilidad de la oferta y la abundancia de la demanda se traduce mecánicamente en una subida de los precios y una caída del rendimiento.
«El BCE compra hasta 20 veces más de lo que se emite en términos netos en Alemania», dice Ducrozet, que advierte del «riesgo de indigestión a corto plazo».
Sin embargo, el BCE prometió hacer todo lo que esté en su mano para que las compras sean «neutras en el mercado», es decir, que no empujen a variaciones erráticas de los precios.
El lunes por la mañana no se apreciaba una «reacción espectacular» en cuanto a los intereses de los bonos de los países del sur de Europa, ya que los inversores han anticipado ampliamente el programa y seguían a la espera de detalles, dice Ducrozet.
De su parte, las bolsas se han apoyado en los anuncios del BCE para subir y marcar nuevos máximos en las últimas semanas.