Toño Mejía
Los cipotes pobres, ask pero honrados, sovaldi sale que vivíamos en los mesones de la once Calle Oriente del Barrio San José, de vez en cuando, veíamos sentado en las gradas de la tienda de la “Niña Adelita”, que quedaba en la esquina de la Once Calle Oriente y Décima Avenida Norte, a un “bichito negricillo” y engreído, que decían que era el hijo de “La Pepa” Flores, servidor de los ricos salvadoreños.
Más adelante resultó, para tristeza de nuestro país, Presidente de La República. El mismo que confesó públicamente y ante una comisión de diputados de la Asamblea Legislativa, que desvió los fondos donados, por la República de China Taiwán y ´que los entregó en “saquitos” a “los destinatarios”, que resultaron ser de ARENA.
Ese “el bichito” de la Once Calle Oriente, que pasaba sentado en las gradas de la tienda de “La Niña Adelita”.