Carlos E. Vela
Ingeniero científico
salvadoreño-americano
El Bitcoin fue diseñado en 2008 en un documento técnico por Satoshi Nakamoto, un seudónimo para una persona cuya identidad sigue siendo un misterio, pero que se sospecha que sea Elon Musk, quien constantemente está manipulando el valor del Bitcoin. En enero del siguiente año se lanzó al mercado. Bitcoin ofrece la promesa de tarifas de transacción más bajas que los mecanismos tradicionales de pago en línea, y, a diferencia de las monedas físicas o electrónicas emitidas por los gobiernos, es operado por una red descentralizada de centros de cómputo denominados “mineros”. El Bitcoin no existe en forma física, solo representa saldos mantenidos en libros de contabilidad (ledger) por los mineros. El ledger es público. Toda transacción es anónima, como el intercambio de dólares en papel.
Los bitcoins son creados por mineros que reciben una compensación por descifrar información compleja. El Bitcoin no tiene valor en sí, es simplemente un acuerdo voluntario entre pares de personas o entidades que lo utilizan como mecanismo de intercambio. No tiene respaldo fiduciario. A pesar de no ser moneda de curso legal internacional, Bitcoin es muy popular y ha desencadenado el lanzamiento de cientos de otras criptomonedas, denominadas colectivamente “Altcoins”. Bitcoin se abrevia “BTC”. Los altcoins (del ingles “moneda-alterna”) de mayor uso son Dogecoin, creado en 2013 por Billy Markus and Jackson Palmer; Ethereum, creado en 2015 por Vitalik Buterin; Gavin Wood; Ripple creado por Arthur Britto, David Schwartz, Ryan Fugger lanzado en 2012, Litecoin, un spinoff de Bitcoin, lanzado por MIT en 2011; Bitcoin Cash (lanzado en 2009) y Bitcoin SV (lanzado en 017) como spinoff de Bitcoin; Cardano (Ada), lanzado en 2015 como un spinoff de Ethereum por Charles Hoskinson. La mayoría de estas criptomonedas son americanas y basan su “valor” en su convertibilidad a dólares. La casa de cambio principal es Coinbase, fundada por Brian Armstrong en 2012. Su credibilidad principal se base en que el Bitcoin es fácilmente intercambiado (léase respaldado) por el dólar.
El economista estadounidense y ganador del Premio Nobel, Paul Krugman califica al Bitcoin como un culto que se niega a desaparecer, dado el alto número de fanáticos que siempre surgen alrededor de un culto, a los cuales hoy debemos añadir a El Salvador. O, mejor dicho, al presidente Bukele y a la Asamblea Legislativa. Dada esta persistencia, y la necesidad de tener mayor control sobre las cripto monedas, los bancos centrales de países desarrollados han propuesto criptomonedas nacionales conocidas como CBDCs “CENTRAL BANK DIGITAL CURRENCY”. Se utilizarían para representar la moneda oficial de los países en forma digital. A diferencia de los proyectos de criptomonedas los CBDCs estarían centralizados y regulados por la autoridad monetaria del país. De hecho, esta moneda ya existe, se llama el dólar digital.
¿Cómo funciona el Bitcoin en sustitución del dólar en papel? Cada bitcoin es básicamente un archivo de computadora que se almacena en una “billetera digital”, en un teléfono inteligente o en una computadora. Las personas pueden utilizar los bitcoins en su billetera digital para transaccionar bienes y servicios. Similarmente se pueden intercambiar bitcoins entre personas. Además, las personas pueden intercambiar bitcoins y altcoins en forma similar como se intercambian dólares por otras monedas. Cada transacción se registra en un libro de cuenta pública, el ledger de la red de bitcoins descrito anteriormente. La mayor vulnerabilidad en el uso de Bitcoin, como moneda de curso legal por el pueblo salvadoreño, reside en que el celular se quede sin batería, se pierda, sea hackeado o pierda su acceso a Internet. Similarmente, la computadora puede ser hackeada, dañada o perder acceso al Internet. Todo esto hace demasiado impráctico al Bitcoin como instrumento de curso legal cotidiano para la población. Pone, además, en riesgo el arribo y el uso oportuno de las remesas. Existen varios tipos de billeteras electrónicas a diferentes costos, dependiendo de su nivel de seguridad.
El Bitcoin no tiene la suficiente estabilidad para usarse como reserva de valor. Si bien funciona como instrumento de intercambio digital en muchos países, falla como reserva de valor y unidad de cuenta por su volatilidad y ausencia de un respaldo gubernamental aceptado por la comunidad internacional. Su promedio de volatilidad es del 64 % cada 30 días, utilizando los últimos 12 meses de datos históricos de operaciones. Actualmente, la volatilidad de 30 días es de 104 %. En consecuencia, no es un vehículo confiable para almacenar valor. La mayoría de los inversionistas en Bitcoin son especuladores.
La transacción (envío o uso) de bitcoins, eso sí, tiene un costo, y ese costo está subiendo. La tarifa de transacción promedio de un bitcoin fluctúa: hoy está a $6.783, frente a $5.739 ayer y $1.041 hace un año. Se trata de un cambio del 18,20 % respecto al día anterior y del 551,6 % respecto al año anterior. Entre más personas intercambian con bitcoins, más altas son las tarifas. En El Zonte, este pago no se efectúa, pues las transacciones pequeñas se mantienen localmente dentro la billetera “Strike”, perteneciente a la casa de cambio local; eso significa que no se puede utilizar como evidencia de gratuidad. Además, los turistas pagan una tarifa alta por cambiar dólares en bitcoins (por ejemplo, de $50, solo recibe $47 dólares en bitcoin).
En cuanto a las transacciones que usan el Bitcoin, siempre es el remitente quien paga la tarifa, mientras que para el destinatario es gratis. Con la tarjeta de crédito el vendedor es quien paga. ¿Por qué alguien compraría usando Bitcoin, dado que el comprador no tiene que pagar una tarifa de transacción usando una tarjeta de crédito o de débito, o cash?
El Bitcoin no es el único dinero electrónico que existe. El dinero electrónico más importante y de mayor uso es el dólar digital. Casi el 90 % de los dólares estadounidenses no tienen existencia física: son un archivo en el cuaderno de cuentas del banco federal y otro archivo en la cuenta del banco del que lo posee. A diferencia del Bitcoin, el dólar digital tiene aceptabilidad en todo el mundo y es de facto la moneda internacional. El dólar -como moneda electrónica o en papel- es manejado y respaldado por el Banco Federal de Reserva de los EE. UU., el cual a su vez es respaldado por la economía americana, que se caracteriza por su magnitud, productividad, volumen de comercio e innovación tecnológica.
El pueblo salvadoreño tiene un amor histórico con el dinero real, de acuerdo a Miguel Mármol en los 1920 los salvadoreños se pegaban en la frente el billete de mayor valor que habían sido pagados. Pensar que el salvadoreño va abandonar una “quara” (un quarter), cuyo valor esta internalizado en la mente de los salvadoreños, por cerca de 2,300 satoshis virtuales, cuyo valor cambia todos los días, es no conocer la mentalidad salvadoreña. El Bitcoin no puede reemplazar al dólar por ley.
Debería ser ese “pueblo soberano”, del que tanto se habla, quien decida su uso.